En la medianoche del viernes 8 de septiembre, se produjo en Marrakech el terremoto más catastrófico ocurrido en los últimos 120 años, con una intensidad de 6,8 en la escala Richter con su epicentro cercano al popular centro turístico y económico de la ciudad. Su Majestad, el rey Mohamed, hasta ahora no se ha dirigido a su pueblo directamente, pero ha prohibido la ayuda humanitaria indiscriminada por razones geopolíticas.
Los muertos llegan oficialmente a 2681, sumado a la cantidad de heridos con un saldo de 2700 personas.
Las familias y amigos continúan buscando ayuda desesperadamente en pueblos remotos y aislados a sus seres queridos, que se encuentran sepultados bajo los escombros a donde el auxilio no llega.
Solo España, Qatar, Gran Bretaña,Israel y los Emiratos Arabes Unidos han sido aceptados para desplazarse en la ayuda humanitaria en Marruecos.
Hay al menos 100 equipos y 3500 personas registradas en la plataforma de la ONU y dispuestas a viajar cuando Marruecos los autorice. Los Emiratos crearon un puente aéreo para llevar la ayuda .
Israel, que se especializa en este tipo de catástrofes, ya ha enviado un equipo “para comprender las necesidades sobre el terreno “ y luego, los equipos para extraer los heridos de los escombros, sus perros, evacuar e instalar un hospital de campaña.