El spin off de Sex and the City la icónica serie de los 90' trae nuevos personajes, historias y desempolva viejas tramas a fin de darle condimento a un guión trillado de señoras blancas que compran zapatos y comparten el mismo gusto por la moda.
La primera temporada de And Just Like That estuvo atravesada por la muerte del marido de Carrie Bradshaw, John James Preston, comúnmente conocido como "Mr. Big" y el duelo de la protagonista ante haberse quedado sin el amor de su vida y su compañero de ruta. La pérdida, la soledad, el insomio, mostraron a una Carrie puramente humana y desinteresada de lo material que nunca había sido profundizada.
No obstante, la segunda temporada navega por la comodidad de nuevos personajes que apuntan hacia el mismo estereotipo de mujer adinerada, consumista y con poca conciencia social que estaba en la serie original.
Aún así, hay tres nuevos personajes que rompen con el clasismo de las protagonistas y las lleva a desconstruirse en temas tabús como el desarrollo de la identidad de género en los niños, la sexualidad luego de veinte años de matrimonio y el rol de las mujeres en los ámbitos académicos. Estos nuevos roles le dan el dinamismo al guión que parece estar estancados por capítulos para luego volver a tener energía con la incorporación de un personaje de la serie de los noventa con el móvil de estirar el episodio dándole la sustancia que carece la serie en sí.
Sin dudas, la segunda temporada de And Just Like That tiene muchos momentos que merecen ser destacados como la aparición de Aidan Shaw (el prometido de Carrie) o la redefinición sexual de Miranda Hobbes. Aún así, seguimos viendo la serie por los viejos personajes que puedan aparecer y no por lo que ésta nos pueda brindar.