Este martes, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), llevará a cabo un nuevo paro de subtes desde las 20 hasta el horario de cierre en donde se verán afectadas todas las líneas y el Premetro. La paralización del servicio se debe al reclamo de la reducción de la jornada laboral para disminuir la exposición al asbesto. Por otro lado, los metrodelegados anunciaron otra medida de fuerza para el jueves 3 de agosto de las 6am a las 9am.
“Informamos que debido a que la empresa Emova y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no abren ningún espacio de diálogo, nos vemos en la necesidad de realizar medidas de autodefensa en el Subte y Premetro. Continuamos reclamando la reducción de la semana laboral para estar menos expuestos al asbesto”, manifestó el gremio a través de un comunicado, en el que también informó que "el asbesto es un material usado como aislante, prohibido en nuestro país desde 2003 por ser cancerígeno. [...] La exposición al asbesto ya causó la muerte de 3 trabajadores, 87 afectados, una pasajera afectada y 2150 trabajadoras y trabajadores deben concurrir todos los años a vigilancia médica”.
Ante esta situación, Emova, la empresa concesionaria, aseguró que la reducción de la jornada semanal de 36 a 30 horas resulta inviable sin afectar las actividades de operación y mantenimiento de la red de Subte.
Comunicado de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP)
Por su parte, la secretaria de Transporte y Obras Públicas, Manuela López Menéndez, a través de su cuenta oficial de Twitter, indicó: “Instituciones y laboratorios avalados por esta comisión analizaron la flota y comenzaron los procesos de desasbestizado a cargo de empresas especializadas en diferentes líneas e instalaciones”. A su vez, afirmó que “las líneas A, D y H no tienen asbesto. En las otras flotas, los elementos que dieron positivo y están próximos a ser desasbestizados están identificados y, rotulados y en proceso de mantenimiento a cargo de personal debidamente capacitado”.
Finalmente, la funcionaria porteña aseguró que “se hicieron alrededor de 3000 estudios de calidad de aire en los espacios de trabajo y dosimetrías al personal que dieron siempre muy por debajo del límite establecido por ley, considerados adecuados para la salud.”