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Googlear ante la posibilidad de conocer una nueva persona extraña: ¿sirve ?

Cada vez son más las personas que ante la imposibilidad o falta de tiempo, por timidez o miedo al rechazo de conocer nuevas personas acuden a los servicios de aplicaciones de citas.

Las nuevas tecnologías nos han presentado una nueva forma de conocer nuevas personas viviendo al filo del peligro y sin dejar de lado sus pros y sus contras. Para no estar solos y solas, por diversión, por querer experimentar nuevas experiencias amorosas o simplemente con la idea de encontrar la persona ideal. Las personas se aventuran en el camino del encuentro con un perfecto desconocido.

Pero la pregunta es ¿ Sirve realmente para algo Googlear antes de acordar un encuentro con una desconocida?

 “En tiempos en que se ‘googlea’ hasta lo más mínimo, desde el restaurante que elegimos para cenar hasta los profesionales a los cuales les pedimos turno, es muy tentador ponerse a ‘investigar’ previamente a la otra persona”, dice Laura Enriquez, psicóloga, terapeuta de parejas y sexóloga (M.N. 24918).

Buscar en Google a su cita potencial y confirmar algunos datos se ha vuelto parte de la rutina antes de acordar un encuentro en persona. El motivo principal, dice a este medio, es preservar su seguridad.

En términos muy sencillos: una soltera que quiera encontrarse con un completo desconocido hoy en día incorpora una práctica popular que traspasa el ámbito de los vínculos para, "buscar y confirmar si es cierto lo que el otro dice”.

La psicóloga suma este “sondeo” a otros recaudos que se toman antes de una cita como avisar a un amigo o amiga dónde y con quién estaremos o encontrarse la primera vez en un lugar público y concurrido.

Este es uno de los aspectos positivos que brinda la herramienta y se rescata: “Me parece que en términos de relaciones sexoafectivas es positivo que haya cierto conocimiento previo, sobre todo en un aspecto más relacionado con la seguridad, es ampliamente positivo. Eso antes lo teníamos por la recomendación que nos hacía nuestro amigo o amiga sobre tal persona”.

Pero, como toda práctica, así como ofrece ventajas, también encierra desventajas de acuerdo al uso que se le dé.

¿ Sabemos cuál es el límite ?

Sebastián Girona (M.N. 72637), psicólogo especialista en vínculos, dijo en diálogo: dependiendo de cuánta información se busque y cómo se maneje, es muy fácil caer en actitudes prejuiciosas.

“Si lo que obtengo en mi información previa no responde a lo que a mí me gustaría, los prejuicios pueden activarse y, desde ese punto de vista, puede que no concrete el encuentro con la otra persona. Por la virtualidad dejaría de conocer a alguien y me estaría perdiendo la experiencia, que está por encima de cualquier otro tipo de pensamiento”.

Es importante identificar “ese afán de tener el control sobre algo porque sentimos, muchas veces, urgencia y ansiedad” ante la posibilidad de encontrarnos con extraños. 

Los especialistas consideran que "la cultura del descarte" y el mandato de “no perder el tiempo” ocupa un lugar central en las dinámicas actuales de muchos, en general en perjuicio de lo que quieren lograr.

 "'Googlear' anticipadamente nos sirve de alguna manera para ir descartando o invalidando posibles 'candidatos o candidatas', antes de conocerlos personalmente, convirtiendo a la información digital de esa persona, en la persona misma”.

De hecho, un estudio de 2017 publicado en la revista científica Psychological Science concluyó que somos más complicados de lo que pensamos. En pocas palabras, que nuestras preferencias sobre “la persona ideal”, por más que las hayamos pensado, no pueden predecir si sentiremos atracción al conocerla. Creemos que sabemos lo que buscamos, pero la naturaleza no parece darnos la razón. A veces hay química, a veces, no.

“Si nos ayuda o no, sólo lo sabremos a posteriori, pero sí es muy factible que muchas personas se vean condicionadas por esta data previa y actúen en consecuencia”.

El límite se podría marcar entonces en “saber lo justo” y, después, dejar que las cosas sigan su curso.

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