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Lamentablemente, son muchas las veces donde se rechaza lo nuevo, por dar un ejemplo: cuando las calculadoras fueron incorporadas en los 70, un gran grupo de docentes escépticos no las permitían en sus salones. El debate duró más de 20 años, a pesar de que aquellos con una mentalidad más abierta ya habían aprendido a sacarle provecho. 

Las actitudes hacia las calculadoras fueron cambiando a medida que padres y maestros vieron los beneficios de una mejor actitud hacia el aprendizaje y el aseguramiento de que los estudiantes estuvieran bien equipados para un mundo impulsado por la tecnología. La inteligencia artificial (IA) en las aulas seguirá un camino similar al de las calculadoras y eventualmente encontrará una forma de integrarse en el proceso de aprendizaje sin comprometer el desarrollo de habilidades críticas.

¿Qué es la IA?: un conjunto de sistemas y algoritmos que logran imitar la inteligencia humana conforme la información que recopilan. Son varios los alumnos que comenzaron a incorporarlo en sus trabajos, y a pesar de que muchos docentes temen que la capacidad educativa disminuya, por el contrario, esta es capaz de hacer frente a algunos de los mayores desafíos que afronta, hoy en día, el ámbito de la educación. 

La IA puede mejorar significativamente la experiencia de aprendizaje de los estudiantes al proporcionar atención personalizada, ya que se adapta a cada alumno. Esto les permite interactuar con el contenido desde su casa y llegar a la clase mejor preparados para las actividades prácticas. Favoreciendo no solo a los alumnos sino también a los maestros, quienes podrán dedicar más tiempo a un aprendizaje activo en clase.

La Inteligencia Artificial eficazmente califica cuestionarios, identifica los errores más comunes que cometen los alumnos e incluso les ofrece feedback las 24 horas del día y en cualquier lugar, al tratarse de un ente online no tiene restricción temporal, otra de sus grandes ventajas.

Asimismo, estas máquinas puede elaborar cursos de manera automática, lo que le sacara un peso de encima al docente porque tan solo tendrá que corregir la información y verificar que sea correcta. Por otro lado, estos algoritmos también pueden crear preguntas y ejercicios acerca de los contenidos que se recopilen.

Pero no son solo los alumnos quienes pueden adquirir nuevos conocimientos, ya que los docentes pueden realizar formaciones en línea para actualizarse en torno a lo que consiste su labor educativa, o incluso en el uso de herramientas digitales.

Actualmente, ya comenzó a implementarse poco a poco en las aulas sin discriminar en nivel. Y a pesar de que son muchos los que todavía desconocen su potencial y herramientas, quienes la probaron llegaron a la conclusión que esta beneficia globalmente tanto a docentes como alumnos.

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