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Este martes en una inspiradora charla en el Instituto Superior de Enseñanza en Comunicación (ISEC), el multipremiado actor Juan Minujín compartió ante los estudiantes de la facultad sus experiencias y perspectivas sobre su carrera en el ámbito del cine, la televisión y el teatro. El evento se llevó a cabo por la tarde en la sede de Lavalle, donde el actor se mostró sorprendido tras los aplausos y el caluroso recibimiento por parte de los alumnos, que no solo le dieron esta emotiva bienvenida sino que llenaron por completo el aula.

VERSATILIDAD EN LOS PERSONAJES

Ante la capacidad del actor para interpretar papeles tan distintos entre sí, desde el Papa Francisco en El Papa hasta su actuación como Palacios en El Marginal se le preguntó acerca de cómo es el proceso de composición para sus personajes. “Recién estábamos haciendo una nota con Ana y hablábamos del poco tiempo que hay en general en los productos, las experiencias audiovisuales, como la televisión, el cine o las series, que en general uno hace dos o tres lecturas y ya se espera que uno vaya al set y lo resuelva muy bien y en realidad nos perdemos toda otra parte, que es la que cuando hacemos teatro sí la podemos explorar muy bien”, Minujín resaltó la importancia de los ensayos y la preparación previa “En donde uno prueba y fracasa y explora y vuelve a probar […]todo esa instancia es para mí, donde empieza aparecer esto que vos ubicás como versatilidad”.  Según el actor, en su proceso trata de evitar los clichés e ir en búsqueda de un verdadero entendimiento de la psique y comportamiento de sus personajes, finalmente el resultado de este proceso lo termina por conducir a lugares distintos.

“PARTE DE NUESTRO TRABAJO ES FRACASAR”

Esta fue una de las frases que mencionó Juan al momento de hablar sobre la importancia de permitirse el error en los ensayos. Destacó que “probar”, sin preocuparse por si el resultado es el esperado, permite la posibilidad de ir puliendo lo que funciona y lo que no.

¿EN QUÉ MOMENTO TE APARECE EL DESEO DE SER ARTISTA?

Minujín compartió sus comienzos en el teatro, influenciado por su madre que lo llevó a ver obras teatrales desde joven. Esta exposición temprana al arte teatral despertó en él una pasión que lo llevó a estudiar con Cristina Banegas, “y fue ahí, la verdad que la primera clase ya sentí algo que me interesó mucho que era el juego […] para mí es como oro en polvo, esa sensación.” Añadió que actualmente se encuentra en ensayos con Santi Korovsky (en un proyecto que aún no ha revelado) “ensayamos al borde de la tentación de la risa todo el tiempo y es muy placentero, es muy lindo”. Desde una obra teatral que vio en su niñez, dirigida por Ricardo Ortiz hasta entonces, su camino ha estado marcado por el placer del juego alejándose de convenciones académicas. Afirmó que comenzó a actuar por diversión y paulatinamente se fue transformando en su profesión.

EL MIEDO A EXPONERSE

La entrevistadora planteó una inquietud común entre los estudiantes de actuación: "Con esto que decías que los actores no se animan a probar, en los estudiantes pasa un poco. Nos pasa que al principio no queremos tanto, y después más o menos, pero ¿cuándo hay una trayectoria hay un miedo a hacerlo mal?"

Minujín respondió de manera honesta:

“Sí, sí totalmente […]me parece que el momento de exponerse, de actuar, siempre es difícil. Me parece que hay que amigarse con eso y saber que eso es un momento que hay que pasar, que hay que ir lidiando con eso a lo largo de toda la vida”. Continúo explicando que al igual que muchos, solía sentir vergüenza al exponerse. Ahora, se enfrenta a la presión de las expectativas del público más la crítica propia. “Ahora… también me parece que es interesante pensar que, si no nos exponemos, ¿qué estamos haciendo? ¿Para qué? En el sentido, no porque me quiero exponer, sino porque si nosotros queremos conmover al que está mirando, al espectador, es muy difícil conmoverlo si nosotros no estamos poniendo algo de nuestra materia prima emocional."

El protagonista de El Marginal continuó explicando que la exposición no tiene que ver con sufrir o compadecerse, sino con simplemente exponerse y hacer algo. "Hice mucho entrenamiento de clown. Es un muy buen entrenamiento porque estás todo el tiempo al borde del ridículo y trabajando con eso en esa zona. Y en un punto hay algo interesante […] para mi es bueno esos profesores que te dicen che, lo que vamos a hacer va a ser una mierda, tranquilos, arrancamos por ahí, entonces uno se libera un poco. No tiene que hacer la gran escena ni el gran texto, uno va a tientas."

Ilustró esta idea con una metáfora: "Había un profesor que decía una cosa que para mí es muy linda de esto: es como que uno va iluminando el camino con un fósforo, lo va iluminando de a poco. No sabe cómo es, nadie sabe cómo es el recorrido ni de una escena, ni cómo va a ser una película, ni un personaje. Estamos a oscuras, los actores y las actrices estamos a oscuras con un fósforo, y bueno, vamos iluminando y vamos viendo si es por acá y si no por acá, es por acá, pero es así, es a tientas. Y a mí me parece que, si uno se amiga con eso, el recorrido es más placentero y más fácil."

La charla siguió con algunas preguntas más, varias de ellas realizadas por los estudiantes. Llegando al final, el actor se acercó al público para tomarse una foto grupal cerrando el encuentro con broche de oro. En resumen, Minujín en el ISEC no solo ofreció una profunda introspección en su proceso creativo, sino que también brindó valiosas lecciones para los futuros actores y actrices.

Mira la transmisión completa realizada por el ISEC en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/live/zIKlWY2Ckjc?si=b5ed5FfbhMR8u1U0

 

Fotos: Nicolás Oliverio. 2do año A de la carrera de Fotografía. 

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