La 48° muestra de nuestra Feria anual literaria este año estuvo marcada por la discusión política. El evento tuvo una duración de 19 días, durante los cuales fue recorrida por 1.126.999 personas, con lo cual se puede comprobar que se ha producido un descenso de un 9.53% visitantes con respecto a la edición del año anterior. Los expositores han anunciado una caída de ventas de hasta un 40 % en referencia al año 2023, conformando en términos comerciales uno de los peores que se pueda recordar tanto en términos de ventas concretadas cómo en número de concurrencia de público.
La editorial Planeta ha anunciado una disminución de un 12% en sus ventas, mientras Penguin Random House, ha sostenido que su caída ha llegado a un 20% y que la cantidad de ejemplares vendidos es un 24% menor, tomando cómo referencia la venta realizada en 2023. La ausencia de figuras notables firmando ejemplares en sus pasillos han logrado que menos público se interese en el evento; no vinieron ni premios Nobel, ni premios Cervantes cómo en anteriores ediciones. También se pudo notar una menor presencia de público extranjero, tal vez ocasionado por el alto valor de nuestros ejemplares medidos en dólares. Eduardo Sacheri, Jorge Fernandez Diaz, Florencia Bonelli, Gabriel Rolon son quienes debieron por imperio de las circunstancias tener un mayor protagonismo, aunque sin embargo hubo un invitado que acaparó todas las miradas: La IA.
Pablo Mancini, autor del libro Off the record. Verdad, sangre, algoritmos y negocios, (fue presentado en el marco de la 48°Feria del Libro), ha sostenido que: “la Inteligencia Artificial es un canto de sirenas”, anticipando el tono de su último material, editado por Ampersand. El periodista que se desempeña en Amazon Web Services sostiene que se viene un momento gracias al alcance de la IA, para poder hacer buen periodismo. Sostiene que: “La inteligencia artificial puede producir contenido, lo que no puede producir es periodismo. Lo que todavía no puede hacer la IA es contar la verdad, no puede contar algo que nadie sepa. No puedes hacer tu trabajo. Si tu trabajo es contar la verdad, la tecnología hoy no lo puede hacer”
La Fundación El Libro anunció que si bien es cierto que la gente que pasó por los molinetes fue un poco menor que en el año anterior, “hizo un gran trabajo, pero no se puede escaparle a la coyuntura económica”, sostuvo Victor Malamud, quien es un joven editor. La Feria del Libro estuvo fuertemente marcada por la agenda del presidente Javier Milei y sus medidas de gobierno.
Cuando había transcurrido tan solo la primera semana y cómo la afluencia de público no era la esperada, la organización decidió que las entradas de lunes a jueves fueran sin cargo a partir de las 20 horas.
En el acto de inauguración, se efectuaron muchas críticas contra el gobierno, y fue en ese evento de apertura que no estuvo presente nadie del gobierno para escuchar en vivo los fuertes reclamos efectuados. En la apertura, había sido el presidente de la Fundación quien le advirtió al Primer Mandatario que no sería recibido con aplausos, pero si con silbidos, ante la decisión del mismo de presentar su libro : Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica, en el salón más amplio, el cual no es controlado por la misma organización de la Feria.
Debemos recordar, que cuando fue presentada a principio de año la primera Ley de Bases, el gobierno, en la misma había eliminado el precio fijo en los libros, por lo cual los ejemplares tenían un mismo valor en cualquier comercio en el que se adquiriera, impidiendo de esa forma vender más barato el ejemplar en algunos establecimientos, que el precio sugerido por cada empresa editorial. Evitando la distorsión de precios, lo que se intenta lograr es que los supermercados puedan vender más baratos los títulos más buscados, con la intención de compensar ese valor vendiendo al cliente otra serie de artículos con un valor normal, utilizando el libro cómo gancho.
La Fundación El Libro, salió a repudiar este punto de la Ley de Bases, mucho antes de la inauguración formal de la Feria del Libro. A está situación se le debe sumar la decisión del Gobierno Central, de no presentar en el evento stands con temática gubernamentales, los cuales por regla general siempre estuvieron, cómo ocurría con el Banco Nación u otros. La suspensión de la adquisición de libros para las escuelas también causaron malestar en el sector de la Fundación El Libro.
Hubiese constituido un hecho histórico, que un presidente en ejercicio, presente un libro propio en el marco de la Feria, sin dejar de recalcar que siempre fue compleja la presencia de la máxima autoridad en el predio. Podemos recordar, al día que el presidente Menem no descendió en la Rural, por estar desarrollándose en la misma una manifestación universitaria con carteles que decían “Chau Menem”. Milei, finalmente decidió exponer su texto en el Luna Park, mientras muchos jóvenes devenidos libertarios recorren los pasillos interiorizando sobre la Guerra de las Malvinas, o sobre la IA (inteligencia artificial), la discapacidad en el mundo u otros temas diversos.
Algunos stands presentaron precios realmente atractivos, cómo por ejemplo tres libros al valor insólito de $2.000, u otra editorial que te regalaba un texto con solo brindar el email.
El domingo previo a la clausura de la Feria, se produjo un debate muy atractivo pero con una ausencia muy notoria, cómo lo es la de Beatriz Sarlo, quien anunció su faltazo tan solo media hora antes de comenzar el acto. Hernan Lombardi, Lucas Llach, Martin Kohan y Alejandra Laurencich pusieron “La cultura en el centro de la escena”. Fueron las coordinadoras del acto Natalia Zito y Gabriela Saidon quienes anunciaron a las 300 personas presentes en el salón Victoria Ocampo, en el pabellón Blanco, que la escritora Beatriz Sarlo, no estaría presente. Fue un debate interesante, en el cual Kohan le pegó duro a las medidas del presidente Milei en contra de la cultura, en un espacio cubierto con público de todas las edades. “Reventar instituciones y programas es una embestida contra la cultura”, sostuvo un vehemente y enojado M. Kohan.
En el día del desarme de la Feria, se produjeron incidentes cerca de las 22 horas entre editores y personal de seguridad. Algunos testigos del hecho, mencionan que los mismos se produjeron al entonar algunos expositores cánticos contra el presidente lo cual produjo la reacción de la guardia de seguridad. Otros intervinientes en el suceso sostienen que los los enfrentamientos se produjeron al tratar de evitar que se siga fumando en el área del stand 427 del Pabellón azul. El presidente de la FEL, Alejandro Vaccaro, sostuvo que el altercado era de índole “policial” y que la institución no tenía relación alguna con el incidente.