El decreto expone una incorporación de las tecnologías actuales con la intención de renovar la calidad del servicio y la seguridad del paciente. Además, se busca aumentar la competividad del mercado farmaceútico y disminuir costos operativos.
Para ello, se combinará con autoridades competentes y se adaptarán las leyes provinciales necesarias para cumplir con los nuevos estándares y sanciones desde julio.
Un componente clave de la nueva política es la invención de un Registro Nacional de Soluciones Informáticas y un Diccionario Nacional de Medicamentos. El registro asegurará que las plataformas utilizadas cumplan con los estándares de seguridad y eficacia, mientras que el diccionario afirmará la uniformidad en la prescripción de medicamentos a nivel nacional.
Para los profesionales de la salud, la medida compromete a la necesidad de registrarse en la Red Federal de Registro de Profesionales de Salud (REFEPS). Este registro revisará las credenciales de los profesionales, aceptando solo a aquellos acreditados monetizando recetas electrónicas, lo que incrementa la integridad del proceso de prescripción.
La activación también transforma la manera en que se realizan la venta y el despacho de medicamentos, ya que tendrán que ser dispensados con la presencia de un farmaceútico y podrán ser ejecutados de manera electrónica para su entrega, mientras que hoy en día es 100% presencial. Las farmacias poseerán la responsabilidad de conservar archivadas las recetas digitales por un lapso de tres años, garantizando un registro adecuado y la rastreabilidad de las prescripciones.
Las ventajas de la nueva receta electrónica obligatoria, son las siguientes:
- Renueva la legibilidad y disminuye errores de prescripción: Agranda la claridad de las recetas, reduciendo los errores en la prescripción de medicamentos.
- Predisposición de adulteraciones: Disminuye la falsificación de recetas, amplia así la capacidad y seguridad en la entrega de fármacos.
- Posibilita la identificación del profesional: Autorizando una fácil asociación de los profesionales de la salud autorizados para prescribir medicamentos.
- Creación de un Diccionario Nacional de Medicamentos: Ideando un recurso unificado que estandariza la denominación de los medicamentos a nivel nacional.
- Mejora del seguimiento de tratamientos: Permite un control más efectivo del tratamiento de los pacientes, teniendo un seguimiento adecuado desde la prescripción hasta la dispensación.