Las soluciones planteadas en la icónica película Armaggedon, parecerían que predijeron las pruebas que va a realizar la NASA. El día de ayer la más importante agencia de aeronáutica, realizara pruebas las cuales consistirán en impactar un asteroide para desviar su rumbo, en caso de que la tierra lo necesite en un futuro.
La misión con nombre DART consistía en cambiar la trayectoria de Dimorphos, la cual es una pequeña luna que gira alrededor de un asteroide mucho más grande denominado Didymos, ubicado a unos 11 millones kilómetros de nuestro planeta. El objetivo de este experimento era reducir la cantidad de tiempo en que el pequeño asteroide, orbite al más grande, de esta manera logrando observar si seriamos capaces de cambiar el rumbo si alguno de estos un día, podrían amenazar la existencia de la humanidad. Para alegría de todos, la misión que costó 330 millones de dólares y ocho años de trabajo, fue un éxito rotundo.
La sonda Hera (bautizada así en base a la diosa griega), es la que se plantea como una nueva defensa planetaria. Se prevé que sea lanzada en octubre de 2024 y que llegué a Dimorphos en 2026. Por todos los sofisticados instrumentos que lleve a bordo, se encargar de analizar los datos que proporcione dicho desvió (que cabe aclarar no deben suponer ningún riesgo para nuestro planeta).
Si bien que un asteroide enorme impacte contra la Tierra y esto suponga el fin de la vida como lo conocemos, es una probabilidad muy escasa, siempre está la amenaza latente. Este nuevo sistema implementado por la NASA, supone un avance en cuanto a medidas “anti apocalípticas” se refiere, y un avance para también seguir explorando que es lo hubo, hay y habrá en todo el universo.