Después del escándalo en Marbella Insaurralde también renunció a su candidatura a concejal
El sábado trascendió que Martín Insaurralde renunció a su cargo de jefe de Gabinete del gobierno bonaerense de Axel Kicillof. La decisión se tomó tras el enorme repudio que desataron las fotos en las que se ve al funcionario junto a Sofía Clerici a bordo de un yate de lujo en Marbella.
Este lunes se conoció por fuentes oficiales que el ex jefe de Gabinete también presentó su renuncia a la candidatura como primer concejal de Unión por la Patria (UxP) en Lomas de Zamora.
La lista del oficialismo en ese populoso partido del Conurbano Bonaerense lleva como candidato a intendente a Federico Otermín, quien en los últimos días también quedó en la picota al conocerse el caso de “Chocolate”, un puntero que sacaba millones de pesos de un cajero automático con decenas de tarjetas de supuestos empleados de la Legislatura provincial, donde Otermín tiene mucho peso.
Este domingo, al salir del debate presidencial en Santiago del Estero, Sergio Massa fue consultado por el escándalo y pidió que Insaurralde también declinara su postulación como concejal de Lomas. “Cometió un grave error, renunció y tiene que renunciar a la candidatura también”, expresó el ex intendente de Tigre.
Sin dudas el escándalo de Insaurralde genera un enorme repudio por la abismal distancia entre la vida cotidiana del pueblo trabajador y esta casta de funcionarios que viven alejados de la realidad.
Éstas prácticas alimentan inevitablemente el discurso “antipolítica”. Al ajuste coordinado por Massa y el FMI se agrega la impunidad de funcionarios como Insaurralde y otros muchos “vicios” de la política tradicional. Un aporte inestimable al crecimiento de discursos de “odio” a la política en general y, por ende, al crecimiento de figuras mesiánicas, con recetas facilistas y efectistas que ocultan, en verdad, un intento por ajustar aún más nuestros bolsillos.