Actualmente, en Argentina, gran cantidad de niños y jóvenes de temprana edad están inmersos en el mundo de las apuestas online, pero no poseen la madurez emocional necesaria para comprender sus riesgos. Esto, entre otras cosas, se ve acrecentado por la publicidad presente en redes sociales y en las calles, que los “bombardea” y los invita a ser parte.
Algunos inician por dinero pero lo que de verdad les interesa es la adrenalina que les provoca esta actividad lúdica. Sin embargo, hay otras causas tales como antecedentes familiares, falta de comunicación en su entorno, no tener un claro manejo del dinero, trastornos psicológicos vinculados a la personalidad y al control de los impulsos, el miedo a quedar excluido por ser el “único” del círculo en no realizar estas prácticas, el alto consumo de redes sociales y canales de stream, la posibilidad de pagar a través de billeteras virtuales y la influencia de artistas o personas con gran presencia en estas redes que buscan hacer creer que se pueden ganar miles de dólares al mes, aunque eso sea una estafa, dado que se llevan una ganancia por cada persona que se suma.
El juego sin control puede convertirse en un problema, conocido bajo el nombre de ludopatía, un trastorno psicológico que se caracteriza por la compulsión de jugar y/o apostar. Quienes lo padecen, no pueden controlar este impulso y apuestan dinero sin importar cuál sea el riesgo, ya que tienen la esperanza de ganar algo de mayor valor a cambio de realizar esta práctica. Cuanto más tiempo y dinero invierten, más se acrecentan las ganas de seguir haciéndolo.
El apostar conduce a estimular el sistema de recompensa del cerebro de manera similar a como lo hacen las drogas ilícitas o el alcohol, lo cual genera adicción. “Es la droga actual entre los adolescentes. Una droga no es necesariamente una sustancia, es cualquier actividad que genera dopamina”, expresó en diálogo con TN, Débora Blanca, psicóloga especialista en ludopatía. Quien apuesta lo hace sin tener en cuenta los riesgos y consecuencias, entre los que se encuentran problemas de salud mentales y físicos y la pérdida de oportunidades laborales y/o educativas, además de relaciones interpersonales. Los adictos, juegan con el objetivo de ganar y si eso no sucede, lo siguen intentando una y otra vez hasta que se consolidan campeones, aunque eso tampoco los termina de satisfacer.
Según un informe presentado por el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires en 2024, el 8,29% de los argentinos apostó en algún momento de su vida. Por otro lado, un estudio realizado por la consultora Opina Argentina el corriente año, arrojó como resultado que el 16% de los jóvenes reconoce que realiza apuestas en sitios de internet y 3 de cada 10 personas en nuestro país conoce a alguien de su entorno social afectado por la ludopatía.
Si bien por ley está prohibido que los menores de 18 años participen en plataformas de apuestas online, los factores de autenticación son muy maleables y permiten brindar datos falsos, entonces el control es inexistente.
La regulación de los juegos de azar en Argentina depende de cada provincia, por lo que hay 24 organismos que se encargan de su regulación. Y a nivel nacional, hace unos meses, la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia que depende del Ministerio de Capital Humano inició una campaña bajo el lema “Cuando apostás al juego, siempre perdés”, con el objetivo de concientizar y prevenir a los jóvenes, sus familiares y educadores acerca del consumo problemático de las apuestas.
Más allá de las políticas públicas que se apliquen desde el Estado, es importante que como sociedad tomemos conciencia del peligro que generan estos sitios de apuestas online que al estar al acceso de todos con tanta facilidad, se expanden rápidamente sin ningún tipo de restricción. Si bien es difícil convencer a los niños y a los jóvenes de que es más lo que se pierde que lo que se gana, prohibirlo tampoco es la solución. “Familias y escuela deben trabajar juntos para establecer límites claros y saludables respecto al tiempo de juego”, menciona la especialista en educación Laura Lewin, en diálogo con Infobae.
Si conoces a alguien que pueda estar sufriendo una adicción al juego, podes contactarte con Jugadores Anónimos a través de la línea 4328-0019, que funciona las 24 horas o llamar a la línea 141, correspondiente al área de adicciones del Ministerio de Salud de la Nación.