El 12 de enero de 2003 falleció el cantante de la famosa banda Bee Gees, Maurice Gibb. A los 53 años, sufrió un ataque al corazón mientras se sometía a una operación abdominal.
La trágica muerte de Maurice Gibb marcó el final de la legendaria colaboración de los Bee Gees, uno de los grupos más icónicos y exitosos de la música pop en la segunda mitad del siglo pasado. Esta pérdida devastadora forma parte de una serie de tragedias que han golpeado a la banda.
Nueve años más tarde, falleció Robin Gibb, el gemelo de Maurice, y en 1988, perdieron a Andy Gibb, el hermano menor de la familia, quien tenía tan solo 30 años. Andy nunca fue oficialmente parte de los Bee Gees, aunque tuvo una exitosa carrera en solitario.
Como sus compañeros de banda, Maurice nació en Douglas, la capital de la Isla de Man, el 22 de diciembre de 1949. Esta isla, que es dependiente de la corona británica y se encuentra en el Mar de Irlanda, fue el lugar donde nació algunos minutos después de su gemelo Robin, y tres años después de Barry. Sus padres, Hugh Gibb y Barbara Pass, se trasladaron a esta isla junto con su hija Lesley en busca de mejores oportunidades en la Europa de la posguerra.
Años después, se consolidó Bee Gees, su exitosa banda integrada por los hermanos Barry, Robin y Maurice Gibb. Este grupo británico se encontraba en su estrellato cuando la repentina muerte de Andy Gibb los golpeó. Durante esta crisis, Maurice cayó en el alcoholismo, lo cual le provocó grandes daños a largo plazo que contribuyeron a su fallecimiento esa madrugada de domingo en enero de 2003.
Un ataque cardíaco dio fin a la histórica y ajetreada vida del artista. Hoy lo recordamos por su enorme influencia y legado en la música contemporánea.