Una medida que arranca antes y se sentirá fuerte
Aunque la huelga general está programada para el jueves, muchas organizaciones gremiales iniciarán la protesta a partir del mediodía del miércoles 9 de abril. Así, el paro tendrá un alcance real de 36 horas y afectará tanto la jornada laboral como la dinámica cotidiana de millones de personas.
Será la segunda movilización nacional convocada por la CGT durante la gestión de Javier Milei. En esta oportunidad, el reclamo apunta directamente contra el ajuste fiscal, el DNU con reformas laborales y el proyecto de Ley Bases. Desde la central obrera aseguran que el modelo económico actual “está deteriorando la calidad de vida de los trabajadores y jubilados”.
Transporte público completamente paralizado
No circularán colectivos, trenes ni subtes. La Unión Tranviarios Automotor (UTA), junto con los gremios ferroviarios y los metrodelegados, confirmaron su adhesión total a la medida. Esto dejará sin funcionamiento al sistema de transporte público terrestre durante toda la jornada del jueves, y desde el mediodía del miércoles en algunos casos.
La interrupción del transporte complicará especialmente a quienes deben trasladarse a sus trabajos o lugares de estudio. Se prevé una alta congestión vehicular y un uso intensivo de medios alternativos, como bicicletas, motos o servicios de transporte privado.
Vuelos cancelados y aeropuertos sin actividad
El impacto también se sentirá en el sector aéreo. Representaciones sindicales de la aviación—pilotos, técnicos, personal de tierra y controladores— se sumarán a la medida, lo que obligará a cancelar o reprogramar cientos de vuelos.
Aerolíneas Argentinas, JetSmart y Flybondi ya anunciaron alteraciones en sus cronogramas. Se recomienda a los pasajeros revisar el estado de sus vuelos y evitar traslados innecesarios hacia los aeropuertos durante la acción sindical.
Sin clases en la mayoría de las escuelas
Agrupaciones docentes como CTERA, SADOP, UDA y AMET también formarán parte de la jornada de protesta. Por ese motivo, la mayoría de las escuelas públicas y privadas del país no dictarán clases este jueves.
La medida afecta todos los niveles educativos y podría incluir a varias universidades nacionales, que ya manifestaron su apoyo al paro general y su oposición al recorte presupuestario en el sector educativo.
El paro general también afectará la actividad educativa. / Foto: Clarín
Bancos cerrados y oficinas públicas con atención mínima
La Asociación Bancaria anunció que se adhiere, por lo que no habrá atención al público en bancos. Sin embargo, seguirán operando los servicios digitales como home banking, cajeros automáticos y billeteras virtuales.
También se verán afectados otros servicios estatales: trabajadores de la administración nacional, provincial y municipal se sumarán a la protesta. Por lo tanto, se espera atención limitada o nula en organismos como ANSES, PAMI, AFIP y registros civiles, entre otros. En hospitales y centros de salud se mantendrán solo las guardias mínimas.
Un reclamo que va más allá del salario
La CGT insiste en que el paro no es solo por la cuestión salarial. Denuncian que el ajuste implementado por el gobierno del mandatario “empeora las condiciones de vida de los trabajadores, los jubilados y los sectores más vulnerables”.
Además, habrá movilizaciones en diferentes ciudades del país, aunque la conducción sindical evitó convocar a una gran marcha centralizada. “El mensaje es claro: no vamos a ser espectadores pasivos de un modelo que destruye derechos”, afirmaron desde la central obrera.
En un país donde el ajuste se vive en el bolsillo y las tensiones sociales crecen al ritmo de la inflación, el cese de actividades no será solo una instancia sin trenes ni clases: será una advertencia masiva de que el malestar ya no viaja en silencio.