La situación en Medio Oriente se agravó tras el bombardeo de la embajada iraní en Siria, ocurrido el 1 de abril, en el que murieron al menos 7 personas, entre ellos dos generales del ejército islámico.
En respuesta a esto, Irán preparó el ataque con drones más masivo registrado en la historia, bajo el nombre de “Operación promesa verdadera”. El principal objetivo de ataque y el punto de partida principal fue la base aérea israelí ubicada en el desierto del Néguev.
Durante las últimas horas se registraron misiles sobrevolando el cielo de Jerusalén y sobre el edificio del Parlamento de la Knesset en la capital israelí. En la madrugada se escucharon al menos cinco explosiones en los cielos de la ciudad. En la base aérea israelí de Ramon, en el desierto de Al-Naqab se registraron cuatro impactos de misiles balísticos.
Frente a esta situación, los líderes de los principales aliados de ambos países salieron a dar respuestas frente al ataque de Irán. En el caso de Estados Unidos, Joe Biden afirmó su compromiso por la seguridad de Israel frente a los ataques de las últimas horas. Por su parte, Argentina emitió un comunicado afirmando su apoyo al estado Israelí y respaldando la defensa de su soberanía.
La alerta se extendió a lo largo de todo Europa y varios países cerraron su espacio aéreo debido a la situación crítica. Tanto Inglaterra como Estados Unidos colaboran con el derribo de los proyectiles. Fueron derribados misiles disparados hacia el consulado de Estados Unidos ubicado en Damasco.