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Por PERONI, NICOLE

Estudiante de De cara a los sufragios de Octubre

Nueve años han transcurrido desde la muerte del fiscal Alberto Nisman, pero la incertidumbre sobre los autores materiales persiste en los tribunales federales de Comodoro Py. Año tras año, la posibilidad de identificar a los culpables se desvanece, y el foco se desplaza hacia el enigmático mundo del espionaje.

Diego Lagomarsino, procesado como partícipe necesario, se suma a la trama. La hipótesis de su vínculo con la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) cobra fuerza, dejando entrever conexiones con los llamados "buches". Un exjefe de la ex-SIDE reveló la existencia de estos informantes, pagados para realizar trabajos.

El caso toma un giro crucial con la figura de Ariel Zanchetta, expolicía convertido en agente inorgánico para la AFI. Su vinculación con Nisman se evidencia en informes de inteligencia hallados en su computadora. El entrecruzamiento de comunicaciones entre agentes de inteligencia añade complejidad, generando 70 declaraciones testimoniales.

El expediente central se enfoca ahora en identificar a los agentes inorgánicos de la AFI. La fiscalía sospecha que Lagomarsino podría haber participado como "buche". Sin embargo, los pedidos de información a la AFI sobre el área contable se encuentran sin respuesta, dilatando la reconstrucción del circuito de pagos con fondos reservados.

El riesgo judicial se agrava al no contar con la información sobre los dispositivos de Zanchetta. Mientras la fiscalía busca obtener peritajes, la falta de definición en el caso dilata las respuestas. A pesar de estos desafíos, la convicción de que fue un homicidio persiste en la fiscalía, aunque la identidad de las personas que ingresaron al departamento sigue siendo un misterio.

Las posturas políticas varían entre gobiernos. Desde la afirmación de Mauricio Macri de un asesinato hasta la revisión del informe de la Gendarmería Nacional por parte de Alberto Fernández, la controversia perdura. En el oficialismo actual, las diferencias entre la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, reflejan la polarización en la interpretación del caso.

En el noveno aniversario de su muerte, el Gobierno conmemora a Nisman como un "incansable defensor de la justicia". Sin embargo, las respuestas sobre los autores del disparo siguen sin emerger. 

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