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Por PERONI, NICOLE

Estudiante de De cara a los sufragios de Octubre

En un inesperado y contundente mensaje a la elite empresarial mundial en la cumbre de Davos, el presidente argentino Javier Milei pronunció su primer discurso internacional, defendiendo fervientemente los principios del capitalismo y cuestionando el avance del socialismo en Occidente.

Ante una audiencia destacada, Milei hizo una fuerte declaración: "El Estado no es la solución, es el problema mismo". Rompiendo con el guion establecido, marcó su posición en contra de la intervención estatal como respuesta a los desafíos económicos.

El titular ejecutivo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, le dio una cálida bienvenida, reconociendo la influencia de Milei al introducir un nuevo espíritu en Argentina "más relacionado a la libertad de empresa". Schwab destacó la elección de Milei y felicitó a su hermana, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, por su rol en la campaña.

Milei advirtió desde el principio: "Occidente está en peligro porque aquellos que deben defender los valores se encuentran cooptados por una visión del mundo que conduce al socialismo y a la pobreza". El presidente argentino hizo una defensa histórica del capitalismo de libre empresa, atribuyéndole la erradicación del 90% de la pobreza en el mundo desde 1800.

Dirigiéndose a la izquierda, Milei criticó la demonización del capitalismo como un sistema individualista y rechazó el colectivismo, señalando que el socialismo es un "modelo empobrecedor que fracasó". Cuestionó las regulaciones estatales y la creencia en un "fallo del mercado", insistiendo en que la intervención estatal es la verdadera causa de los problemas económicos.

En un tono polémico, el presidente argentino también abordó temas sensibles como el feminismo y el cambio climático. Rechazó la agenda del feminismo radical y negó el cambio climático, atribuyendo estas ideas a la influencia de los medios de comunicación, la cultura y organismos internacionales.

En su conclusión, Milei envió un mensaje claro a los empresarios presentes: "No se entreguen a una clase política que solo busca perpetuarse en el poder. Ustedes son benefactores sociales, héroes, creadores del período de prosperidad más extraordinario que jamás hayamos vivido. No cedan al avance del Estado. El Estado no es la solución, es el problema mismo".

Con su característica frase "viva la libertad carajo", Milei cerró su intervención, dejando una impresión duradera en la Cumbre de Davos y afirmando que, a partir de ahora, cuentan con Argentina como un aliado incondicional. La primera incursión internacional de Milei deja un mensaje claro: el libre mercado y la libertad individual son fundamentales para el progreso y la prosperidad.

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