Investigadores lograron definir, por primera vez en la población argentina, perfiles inflamatorios específicos en distintas etapas de la enfermedad, reforzando la idea de que el Alzheimer es una patología inflamatoria crónica que afecta el sistema nervioso central.
Este hallazgo fortifica el concepto de que la enfermedad no solo afecta a las neuronas, sino que también involucra a células del tejido nervioso, como la microglía (actúan como célula inmune y de soporte neuronal) y los astrocitos (ayudan a las neuronas a funcionar y desarrollarse), responsables de la respuesta inflamatoria en el cerebro.
El estudio fue liderado por Laura Morelli, investigadora del CONICET en la Fundación Instituto Leloir, y contó con la participación de los becarios doctorales Lorenzo Campanelli y Pablo Galeano, asi como profesionales de varios hospitales de la Argentina y de España. En el trabajo analizaron muestras de sangre de personas mayores de 60 años, clasificadas en tres grupos según su estado cognitivo: cognitivamente sanos; con deterioro cognitivo leve y con diagnóstico de Alzheimer. Los científicos identificaron que cada grupo presentaba un perfil inflamatorio distintivo.
“Este descubrimiento abre nuevas perspectivas terapéuticas, incluida la posibilidad de modular la respuesta inflamatoria para frenar la progresión de la enfermedad”, explicó Morelli.