Se inauguró Maradentro el domingo tres de noviembre en Ramos Mejia.
Maradentro se presenta como algo más que un simple espacio para la música en vivo en Ramos Mejía. En palabras de uno de sus creadores Leandro Agra @allpigsmustdie, “un espacio contracultural… Un lugar que funciona al revés del resto de los lugares”.
Este nuevo centro cultural busca romper con las convenciones y convertirse en un refugio donde la creatividad y la libertad se encuentran en un entorno alternativo. Con su amplia barra, con comida y una birra especial llamada “Mansión Tifón”, un guiño a sus orígenes, Maradentro promete ser un espacio donde la música y la cultura desafíen lo establecido y propongan nuevas experiencias.
El domingo, el escenario de Maradentro cobró vida con tres bandas potentes: Kobe, El Adiós de osito, y Viva Belgrado. Cada grupo, compuesto por cuatro integrantes, ofreció un estilo musical distinto que cautivó a todo el público.
Kobe arrancó la noche con su sonido metalero, creando una atmósfera energética en el amplio espacio. Adiós trajo un toque de melancolía y nostalgia, generando una conexión especial con la audiencia. Y para cerrar, Viva Belgrado desató toda su potencia desde España hasta el nuevo escenario, logrando que el público se sumergiera en su mezcla de hardcore y emo alternativo, emociones intensas entre pogos y gritos, y letras introspectivas: "Si un arbol se cae sin testigos, no hace ruido. Si vivo sin testigos, tal vez no he vivido".
Viva Belgrado comenzó tocando “Baltica”, la primera canción de su primer álbum de estudio “Flores, carne”, para más tarde terminar la noche tocando “Amapolita Blues”, “Un tragaluz”, “El gran danes” y “Revenala” en lo que fue un set de una hora entera de pasión. “Fue una banda puramente emocional, todo lo que te lleva a las emociones más puras y crudas, vivencias de su adolescencia, de su vida, de estar cansado básicamente” dice Lionel @gybyk2, amigo mío en quien su criterio confio y fanatico de la banda.
Las palabras de Lio resumen la esencia de Viva Belgrado y de la noche en Maradentro, donde cada banda encontró el espacio perfecto para expresarse sin restricciones. En un lugar hecho para ser con autenticidad, las emociones resonaron entre el público, que se dejó llevar por cada vibracion y cada letra, como si esas vivencias crudas y personales nos pertenecieran a todos y todos solo quisieramos un lugar donde sentirnos parte. Y con una atmósfera cargada de pasión y energía, Maradentro se consolidó como un nuevo punto de encuentro en la escena musical de Zona Oeste.