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El 24 de mayo de 2025, Lali Espósito inauguró su nueva gira con un concierto que combinó energía pop-rock, colaboraciones inesperadas y un emotivo homenaje a la comunidad LGBTIQ+. Más de 50 mil personas vivieron una noche inolvidable en Vélez.

El reloj marcaba las 21:00 cuando las luces se apagaron y un grito colectivo se estalló en el Estadio José Amalfitani. La figura de Lali Espósito apareció en el escenario, envuelta en un círculo de luces y música que anunciaba el inicio de una noche electrizante. Con “Lokura”, el tema que abrió su sexto álbum “No vayas a atender cuando el demonio llama”, la cantante desató la euforia de los aproximadamente 50 mil fans que agotaron las entradas semanas antes.

El sonido potente, acompañado por más de 16 bailarines y músicos en vivo, creó un espectáculo visual y sonoro imponente. El aire vibraba con la energía contagiosa del público, que no paraba de cantar y bailar, mientras las pantallas gigantes proyectaban imágenes que reforzaban el espíritu rockero y sensual del disco. Se sintió el calor humano, el aroma a perfume y sudor mezclados, y el pulso acelerado de una multitud entregada.

A las 21:30, la sorpresa de la noche llegó con la aparición de Moria Casán. Vestida con un tapado rosa de plumas, “La One” descendió una escalera y se unió a Lali para interpretar “¿Quién son?”. La ovación fue ensordecedora, un cruce generacional que emocionó a todos. Moria elogió a la joven artista, destacando su constancia y disciplina, y la definió como una “gladiadora del pop” argentino, palabras que resonaron con fuerza entre los presentes.

El espectáculo continuó con invitados especiales que aportaron diversidad musical y energía renovada. Joaquín Levinton se sorprendió con una versión de “Loco un poco” de Turf, mientras Miranda! y Taichu sumaron su estilo único en “Mejor que vos” y “SOS”, respectivamente. Cada colaboración fue recibida con entusiasmo, demostrando la versatilidad de Lali para conectar con distintas generaciones y géneros.

Uno de los momentos más conmovedores fue la interpretación de “Soy”, un himno dedicado a la comunidad LGBTIQ+. El escenario se transformó en un salón de baile vibrante, con dieciséis drags queens que acompañaron a la cantante en una coreografía llena de brillo, color y actitud. El público agitaba abanicos con los colores de la bandera LGBTIQ+, en un gesto de apoyo y celebración que emocionó hasta las lágrimas. La atmósfera se impregna de respeto, amor y diversidad, reafirmando el compromiso de Lali con la inclusión y la cultura pop.

Entre canción y canción, se escucharon cánticos políticos, como el popular “El que no salta, votó a Milei”, que evidenciaron la conexión entre la artista y sus seguidores en un contexto social particular.

Alrededor de las 23:50, el show llegó a su fin con un cierre delirante que dejó a todos con ganas de más. La cantante, radiante y emocionada, agradeció al público por su entrega y apoyo constante. La noche del 24 de mayo en Vélez fue más que un concierto, fue una experiencia sensorial y emocional que confirmó que Lali Espósito es una estrella pop consagrada, capaz de reinventarse y emocionar a multitudes con cada paso.

Con un espectáculo que fusionó música, emoción y mensaje social, Lali Espósito demostró que su lugar en la música argentina está más vigente que nunca, consolidando su rol como referente de la cultura pop inclusiva y generacional.

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