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Por GROSMAN ORLANDO, AMPARO

Estudiante de La serie definitiva de la liga más competitiva del mundo abre sus puertas de cara a lo que serán las finales de la NBA 2024.

En Bar Scorpios, su segundo trabajo, Blair se adentra en la complejidad de la mente humana, despojándose de cualquier máscara para exponer la vulnerabilidad de su protagonista, Teresa, una joven aspirante a monja que enfrenta un profundo conflicto con su fe al descubrir los secretos oscuros de la iglesia. Este álbum es un recorrido visceral de autodescubrimiento, emociones crudas y resistencia.

Desde la apertura de Sola (Intro), el oyente es testigo de una Teresa perdida, atrapada entre la devoción y la desesperación. En Todo lo que tengo y Rabia del corazón, le da voz a la lucha interna, donde la fe se tambalea y la angustia se convierte en grito. Dejar de ser yo refleja el deseo de escapar de una identidad que oprime, mientras la melodía etérea subraya la tensión de este anhelo.

Uno de los puntos más intensos del disco llega con Pecados brutos, donde Mariana Enriquez aporta un "spoken word" gótico que desata un universo de culpa y miedo. La colaboración con Dillom en Carne viva es otra dosis de crudeza, donde el dolor se convierte en una herida abierta, palpable y sangrante. Con Padre muerto y Bar Scorpios, el conflicto interno alcanza su máximo nivel, dejando atrás cualquier rastro de fe, sumergiendo a la protagonista en una espiral de furia y rebeldía.

Sin embargo, en Hombre roto (junto a Santiago Motorizado), aparece un respiro emocional. La vulnerabilidad masculina se presenta con una calidez inesperada, creando una conexión más profunda con la escucha. En Nunca lo van a entender y Mañana hablarán de mí, Blair permite que la rabia y la aceptación coexistan, terminando el ciclo con Sola (Outro), que cierra el viaje de manera introspectiva, pero abierta a la interpretación.

Bar Scorpios no es solo un álbum de pop independiente; es un manifiesto de la crisis espiritual y existencial. Con un sonido que fusiona el indie pop, el post-punk y el gótico, Blair se posiciona como una de las voces más atrevidas dentro de la escena emergente argentina. En un momento donde las nuevas propuestas musicales se destacan por su autenticidad, la artista ofrece una obra que desafía el sentido común, sumergiendo a los oyentes en un universo gótico y profundo, donde el caos y la vulnerabilidad se dan la mano. El bar del título no solo es un refugio para Teresa, sino también para aquellos que se atreven a escuchar y confrontar sus propios demonios internos.

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