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En una mañana soleada entre sonidos de pájaros y máquinas de café, en un bar de Puerto Madero, esperábamos a “El Turco” García. Mientras nos preparaban el desayuno, el actual captador de talentos en Racing Club nos comenta cómo incentivan a los jóvenes jugadores a no dejar sus estudios.

El turco debutó el 17 de agosto de 1980, frente a Boca Juniors en Huracán, club donde se lo reconoce como ídolo. Durante ese periodo jugaban Rene Houseman, Miguel Brindisi, Carlos Babington, Roque Avallay; jugadores históricos del fútbol argentino.

-¿Cómo pasaste de la foto a jugar con personas referentes del fútbol?

En 1973 fui al vestuario cuando Huracán salió campeón, me sacaron una foto con los jugadores y seis años después, jugue con la delantera campeona del '73. Menos con Larrosa, porque él se había ido a Independiente.

A lo largo de su vida el ex jugador tuvo momentos memorables, uno de ellos fue el gol de cabeza que le hizo a los ingleses, con la selección argentina, en el estadio de Wembley. El partido se dio después del conflicto con Malvinas, el turco nos explicaba que a él le afectó mucho porque los exs combatientes eran de su misma camada, por ende cuando el realiza ese gol, se los dedica.

-¿Siempre pensaste que ibas a ser futbolista?

Desde muy chico decía que iba a ser jugador de fútbol, iba a debutar antes de los 18 años, iba a jugar en la selección y también que me iba a salvar de la colimba. No es que no quería hacerla sino que tenía el pelo muy largo y no quería que me lo corten. La verdad es que se me dio todo, eso es lo lindo de soñar.

A la hora de retirarse como jugador, Claudio se convirtió en director técnico. Dirigió en Juventud de Pueyrredón, de Venado Tuerto, Independiente Rivadavia de Mendoza y en 2014 dirigió a Talleres de Remedios de Escalada, de donde fue despedido luego de quedar eliminado de la Copa Argentina ante el Club El Porvenir.

-¿Te gustaría volver a dirigir?

Si estoy en eso, tengo muchas ganas. Lo de la tele fue un divertimento con responsabilidad pero no es lo mio, me ayudo un montón, sobre todo lo de Masterchef y el Hotel de los famosos.

-¿Qué pensas del fútbol femenino?

¡Está bueno y no me aburro! Me gusta porque todavía tiene amateurismo, van adelante, no se quedan cuidando el resultado. Vos ves los partidos y se hace lindo. Siento que disfrutan más el fútbol que los hombres, ellos son más quedados.

A la hora de preguntarle por la relación con su madre y de porque no habla tanto de ella, sonrie y me pregunta si soy psicologa, a lo cual nos reímos y comienza a explicar que no se llevaba bien ya que era con quien pasaba la mayoría del tiempo, le decía lo que tenía que hacer y era la que le ponía límites. El padre, todo lo contrario, era con quien iba a la cancha y le daba permisos.
De igual manera el ex participante de Masterchef y el Hotel de los Famosos, siempre estuvo rodeado de gente que no lo dejó solo, ni en sus peores momentos. Mariela Prieto tuvo un rol fundamental en su vida, además de ser la mamá de uno de sus hijos, es su esposa hace 25 años y fue uno de sus pilares a la hora de seguir con sus tratamientos contra las adicciones.

-¿Qué te hizo ver que estabas mal?

Un día estaba en el departamento, me filmé y me pregunté: “¿este soy yo?”, tenía unas ojeras que parecían un antifaz, un aspecto dejado, por eso después escribo el libro. Lo que más me costó fue tomar la decisión, imaginate uno cree que tiene todo controlado pero son solo mentiras que te decis en ese momento.

En el 2013 sacó su autobiografía llamada “¿Este soy yo?” donde revive sus días dorados como jugador de fútbol, el infierno por el que pasó con las drogas y su nueva vida en recuperación.

-¿Cómo vivías la paternidad durante ese periodo?

No sé, porque siempre estaba anestesiado. Lo que si, tengo una compañera que crió y educó muy bien a nuestro hijo. El jamás me vio mal, por un lado porque era muy chiquito y no tiene recuerdos y por otro porque Mariela lo cuidaba mucho.

El Turco tiene seis hijos, cuatro con la primera esposa, uno con su actual pareja y el más pequeño con una pareja extramatrimonial. Sus primeros hijos no vivieron su proceso de adicciones.

-¿Cómo te sentiste una vez que empezaste a recuperarte?

Empecé a sentirme feliz, empecé a disfrutar cosas que antes odiaba, como el sol o el sonido de los pajaritos. Antes llegaba a las 9:00 am a mi casa, imaginate, un rayo de sol era letal. Ahora puedo acostarme y dormir en paz, disfrutar tranquilo de mi familia.

Si hay algo que caracteriza al ex jugador de racing es que constantemente está emprendiendo y participando en distintos proyectos. En la actualidad inauguró un resto bar llamado "Edmon", en el barrio de Palermo. "Cuando uno está bien, quiere hacer cosas" nos comenta El Turco.

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