Este 22 de abril, el mundo entero conmemora el Día Internacional de la Tierra, una fecha que nació hace más de cinco décadas con el objetivo de despertar conciencia sobre el impacto ambiental de nuestras acciones. Lo que comenzó en 1970 con una movilización masiva impulsada por el senador estadounidense Gaylord Nelson, hoy se transformó en una de las jornadas ambientales más relevantes a nivel mundial, con participación activa de gobiernos, organizaciones y millones de ciudadanos.
El lema elegido para este 2025, “Nuestro poder, nuestra Tierra”, pone el foco en la urgencia de acelerar la transición hacia energías limpias y sostenibles. Frente a un panorama climático cada vez más crítico, la consigna subraya la capacidad colectiva para generar un cambio significativo: desde decisiones personales hasta políticas públicas.
En distintas partes del planeta, incluyendo Argentina, se desarrollan actividades comunitarias, charlas educativas y campañas de reforestación que buscan promover una conexión más respetuosa con la naturaleza. Además, se impulsa la meta de triplicar la producción global de energía limpia para el año 2030, una medida considerada clave para frenar el calentamiento global.
A nivel nacional, el país ha dado pasos importantes hacia una matriz energética más sustentable. En los últimos años, se han implementado proyectos de transición energética y se han desarrollado parques solares en provincias como San Juan, Jujuy y Mendoza. Estas iniciativas buscan ampliar el uso de fuentes renovables y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Sin embargo, especialistas y organizaciones ambientales remarcan que aún queda mucho por hacer, sobre todo en cuanto a control ambiental, educación ecológica y la implementación de políticas sostenidas en el tiempo.
El Día de la Tierra es una oportunidad para actuar; elegir productos locales, reducir el consumo, reciclar y exigir políticas ambientales efectivas. Cada decisión suma. El cambio empieza por lo que hacemos hoy.