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Fiamma Curtosi tiene más de 200 mil seguidores en Instagram. Es actriz, conductora y creadora de contenido de 32 años que sube videos a YouTube, donde cuenta fracasos amorosos que le pasaron a ella o a las “Pipis”, pero todo empezó en Instagram. Su primer video habla de un desamor que le había pasado recientemente en donde se destaca por lo bizarro de la historia, como el resto de su contenido.

Nos cuenta que empezó a llamar a su comunidad “Pipis” porque en sus comienzos le daba vergüenza hablar frente a la cámara, y le decía de esa manera a sus amigas. Era una forma de sentir más cercanía porque ella siempre había actuado. En la actualidad son ellas las que sostienen su carrera.

¿Dónde naciste?

Mis viejos vivían en Flores cerca de toda la zona comercial de la calle Avellaneda. Vivíamos ahí, en un departamento. Nací ahí y a los tres años nos mudamos a lo que fue nuestra casa de toda la vida (Villa Devoto) y yo me quedé ahí hasta que me fui a vivir sola, primero con un ex novio, salió mal y después sola.

¿Cómo fue tu infancia?

Muy linda, la verdad. Mis viejos la remaron mucho cuando era chica. Yo tengo un hermano varón, es un año y medio más grande, así que teníamos ahí la misma edad, y no nos enterábamos tanto del esfuerzo por ahí que hacían nuestros padres. Porque viste, la típica de dejar afuera a los niños de todos los quilombos.

Cuando nuestra entrevista comienza a hablar de su infancia sus ojos se le iluminan y cambia el tono de su voz, con la alegría de siempre, pero esta vez con un poco de nostalgia.

¿Cuándo te diste cuenta de los inconvenientes que tenían?

Por ahí son cosas que me fui enterando más en la adolescencia incluso en la adultez, de que les costó mucho a nivel económico. En sí lo que fue el núcleo papá, mamá, hermano lo viví con mucha alegría siempre.

Digo, clase media, recontra mil laburadora, todo el tiempo tratando de no caerse.

¿Llegabas a darte cuenta de los problemas económicos?

No llegaba a percibir eso cuando era chica, la pasaba re bien, no me importaba tanto. Sí me acuerdo que en algún momento fui a colegio privado y después hubo un problema económico en mi familia grande y nos fuimos al colegio del Estado y continuamos ahí con la educación pública. Que para mí igual estuvo buenísima la experiencia. Y hoy entiendo que pasó y todo lo que sufrieron mis viejos con ese cambio, pero lo viví con mucha alegría.

Su crecimiento artístico comienza desde muy chica con mucha influencia de Cris Morena y el patín artístico, si bien no fue profesional, esto fue lo que más le marcó en su infancia, y le enseñó a tener disciplina, responsabilidad y constancia. Cosas que hoy agradece, porque es lo que le ayudó a continuar en su carrera. Aparte de que tomaba clases de teatro a la par que continuaba con sus estudios.

De adulta su vida no cambió mucho, empezó a estudiar en la UADE la licenciatura en relaciones públicas e institucionales y a la vez continuaba con la actuación, pero todo lo veía como un hobbie, algo de lo cual ella no podía vivir.

¿Te costaba ver que podías dedicarte al entretenimiento?

Me costó mucho verlo como una posibilidad, hasta en la adultez, hasta hace muy poco. Sinceramente por eso estudié una carrera. Está ahí el título, ni si quiera lo colgué en ningún lado, no tengo un cuadrito, nada. Seguía un poco en esa mentalidad de que no era posible, que era para unos pocos, que tenías que tener contactos, que no se te iba a dar. Hoy lo analizo y entiendo que son miedos lógicos, es como que realmente es difícil, hoy por ahí no tanto. Con las redes ya se abre la posibilidad de que alguien que tenga acceso a internet pueda por ahí generar un contenido de algo que les guste. Pero en la época que lo intenté era un mundo muy difícil entrar, entonces nunca lo terminé de ver como algo que podía hacer cien por ciento.

Antes de ser conocida en las redes, Fiamma hizo de todo, nunca se quedó quieta y luchó con hacerse un lugar en el medio, siempre con el apoyo de su familia.

Hizo teatro independiente (under) mucho tiempo, pero también estuvo como conductora del programa “El signo” por canal 12 (Córdoba) y en la parte de redes de un programa político “B/60, bonaerenses en 60 minutos” por canal 5 telecreativa del conurbano bonaerense.

Cuando se quiso dedicar al humor le dijeron que era un ambiente para los hombres y para obtener un lugar tenía que hacer determinadas cosas.

¿Sentís que los medios te sexualizaron?

Muchisimo. Quería hacer humor, y en el momento que empecé a intentar hacerlo era para los hombres. Y es así, no es una conclusión que estoy sacando, son palabras concretas que me han dicho directores, productores: “No, el humor es de los hombres. Las mujeres solo acompañan” y todo esto es si tenes un lindo cuerpo, sos joven o hegemónica.

¿Te pidieron hacerlo?

Al principio, hubo mucho tiempo que no lo quise hacer, pero te pasa que al estar tanto tiempo en ese ambiente empezás a naturalizar un montón de cosas. Entonces vez ves que las otras lo hacen, y después viene un re productor que sabes que tiene las mejores obras y te dice: “Esta es la manera de empezar. Vos tenés que aprovechar el envase que tenés. Una vez que empezaste ya vas a poder hacer humor”.

Era como el derecho de piso o el caminito que tenías que hacer.

Después te decían “hacete esta fotito que va a servir para que la gente venga a verte al teatro y vea que sos graciosa”. 

¿Y qué les decías?

Che, pero yo no quiero salir en ropa interior. “Bueno, te ponemos un bikini” que al final es lo mismo, pero te hacían ese laburo de decir” che, es el derecho de piso que tenés que pagar si vos realmente querés hacer esto y tenés una vocación acá. Aprovecha que sos hegemónica, que es como la manera de entrar”.

Mientras nos contaba lo que le pedían para tener un lugar en el mundo artístico, se le notaba el enojo e impotencia, sin perder la sonrisa que la caracteriza, pero con un tono de voz que hacía notar que no le gustaba para nada haber pasado por esa situación.

¿Llegaste a tener lo que te prometieron?

Terminé enredada en un mundo que hacía cosas que no quería hacer, pagando un derecho de piso para algo que creía que iba a llegar que después no llegó, y si llegó fue porque lo generé. No fue gracias a alguno de estos productores nefastos.

Nunca llegaba ese papel, siempre me decían “hace esto y en la próxima te doy el personaje de color a vos” (En la comedia se le llama personaje de color al humorista).

Durante su trayectoria, nos cuenta que era muy normal que los productores se sobre pasen con las actrices y que ellas tenían que permanecer calladas porque o si no se le cerraban las puertas por ser consideradas “conflictuosas”.

Hoy se encuentra alejada de ese ambiente y espera que haya cambiado.

¿Por eso empezaste a subir videos a Instagram?

En realidad una amiga, Sol Gaschetto, que ya la tenía más clara con las redes, me dijo que necesitaba una actriz para un video que tenía que grabar para una marca. Y ahí entendí la dinámica de lo que era grabar un video para Instagram.

Sol ponía el celular en la casa, en un rinconcito y grabábamos. Y ahí dije wou, ¿qué es este mundo? No entendía bien de qué iba, y por unos años fue eso, tantearlo por afuera, ayudar a una amiga que lo hacía y después ese videito también lo subía, para ver qué pasaba. Y venía en ese mood, de que lo intentaba en redes pero no lo llegaba a entender cómo funcionaba, ni que era lo que quería hacer.

¿Qué fue lo que te hizo subir el primer video de fracasos amorosos?

Tengo un grupo de amigas desde el colegio, ellas están en pareja desde muy pequeñas. A esta altura ellas ya están en pareja hace 10 o 12 años, y yo en el medio iba cambiando de novio a mansalva. Entonces cada vez que nos juntábamos, yo era la que traía la anécdota. Siempre era un monólogo mío en tema chongos.

Elu, una amiga, me decía que tenía que subir todo lo que les contaba a Instagram, que era genial.

Un día después de un fracaso amoroso muy tremendo, mi ex se había ido de mi casa. Le mando un mensaje a mis amigas llorando, porque dramática siempre, contándoles lo que había pasada porque era bizarrísimo. Ellas se reían y me enojé porque les decía “chicas estoy mal, ¿cómo se ríen ustedes?” y ellas me decían “Es que Fia, mañana volvé a escuchar el audio, porque ahora estas afectada y te vas a dar cuenta que es muy gracioso lo que estás diciendo”. Al otro día escuché el audio y me partí tanto de risa que dije “ya fue, yo me la juego ¿qué más puede pasar?”. Recién me había separado, no me importaba nada y lo subí.

La frase de nuestra entrevistada es “el humor te salva”, y en todo lo que le pasa en la vida lo toma por ese lado. En sus videos si bien algunas veces cuenta historias fuertes, con su carisma todo es más tranquilo y te divierte escucharla. La sonrisa grande nunca se le va, y mientras nos contaba sus inicios las risas no faltaron en todo momento, mostrando que ella es tal cual como la ven en sus redes sociales.

¿Cómo fue que empezaste a contar la historia de otras “Pipis”?

Al principio me empezaron a llegar historias contándome lo que les había pasado a ellas, y las empezaba a compartir, era muy gracioso. Aparte era una época en donde en Instagram se vendía su mejor versión, la vida perfecta. Uno entraba y decía todos tienen una vida perfecta menos yo. Entonces creo que eso fue un poco disruptivo sin que lo haya pensado. Era una especie lo complicidad “la paso como el orto, mira yo también”.

Después tuve que hacer un mail porque eran tantos los mensajes que llegaban, que se me perdían. Nunca pensé que alguien se iba a tomar el tiempo de mandarme uno, era más fácil por un MD de Instagram, pero me sorprendió recibir tantos contándome sus historias. Y es hoy que es una bola que no lo puedo parar. 

Y así se armó una comunidad de mujeres.

Fia nos cuenta que había abierto su canal de YouTube en la cuarentena con la idea de que sean 15 días, pero el confinamiento se extendió y ella siguió subiendo sus videos y es por eso que en la actualidad sigue más activa que nunca por este medio, subiendo videos todos los días.

Pero en el medio de este proceso de crecimiento, nos dice que en un momento la estafaron. Le habían contactado de una productora para que presente un proyecto para un programa en la televisión, con la idea de que la tele era lo más alto que podías llegar, aceptó. Se contactó con algunos amigos e invirtió todo lo que tenía en grabar el piloto que le pedían. Cuando lo presenta el productor se pierde y no le contesta más los mensajes. Con el tiempo se entera que a otras personas les había pasado lo mismo, y que eran estos mismos productores los que vendían la idea a otras plataformas de otros países haciéndolas pasar como propias. Fue por eso que continuó con las redes y creando su propio contenido.

¿Te consideras influencer?

Ni de casualidad. De hecho, odio ese término. Porque siento que un poco el influencer es como alguien que está puesto por encima. Eso no lo siento. Tampoco me gustaría que me pase.

No es mi esencia, no soy diva, no lo traigo. Me siento más identificada como generadora de contenido, porque produzco y es algo que toma mi tiempo, pienso las secciones, los vivos y que mail leer en cada ocasión.

Es más, odio los canjes, no me gusta ni un poco. Prefiero ser sincera y generar comunidad, y si me surge el trabajo con alguna marca, se lo cuento a las “Pipis” y ellas son las primeras en decir sí, y apoyarme en todo. Me gusta ser sincera y transparente con ellas, son mis amigas virtuales.

Conozco a varias personas que laburan como influencer y pierden la noción de cuanto salen las cosas, y no quiero eso. Es lindo poder pagarme con mi plata lo que quiero. Será porque soy muy clase media cayéndose, pero prefiero elegir a donde ir a comer con mis amigas, porque este mes llego. Mi familia tiene mucho que ver en eso, siempre me dijeron que uno tiene que ser honesto y que si quiere algo tiene que laburarlo, ganarlo, darlo todo.

¿Qué proyectos tenés a futuro?

Tengo dos que me tienen loca, espero que se den. Uno es hiperambicioso que también surgió de un vivo de decir “que ganas de irnos de vacaciones todas juntas.  ¿Te imaginas todas juntas en la playa?”. Esa idea escaló y escaló en mí, porque encima soy una manija que no paro. Tengo una amiga que trabaja en una agencia de viajes y dije “che, ¿es un delirio esto? Tengo ganas de irme de vacaciones con las ‘Pipis’” y me dijo “Sí, es un delirio, pero si querés, intentamos”. Así que estamos en ese proyecto de irnos a Brasil con algunas de ellas, claramente no van a poder ser todas, pero por lo menos algunas. Con la idea de que, si esto funciona ya empezar a tomarlo más en serio, como todo lo que empiezo.

Nuestra entrevistada nos contó su otro proyecto, pero solo nos dejó decir que se viene el segundo “Pipi fest”. Una fiesta organizada para las “Pipis”, donde lo usan para conocerse tanto ellas como Fia, pero para esta segunda edición quiere agregarle más cosas que dentro de poco se los va a ir contando por las redes y vivos. A estar muy atentos.

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