En los últimos años, Argentina experimentó un crecimiento significativo en la producción audiovisual para plataformas de streaming, lo que generó nuevas oportunidades para actores, directores y guionistas locales. Según datos oficiales del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), durante 2023, el organismo apoyó más de 100 proyectos nacionales, muchos de los cuales fueron cofinanciados por plataformas internacionales como Netflix, Prime Video y HBO Max, reafirmando el papel de Argentina como un actor clave en la región.
Sin embargo, este auge del streaming plantea interrogantes: ¿cómo afecta la expansión de estas plataformas a las producciones tradicionales y a la televisión abierta en el país?
La industria audiovisual argentina atravesó un proceso de transformación significativa, en gran medida impulsada por las plataformas de streaming. Según un informe del INCAA, el empleo en este sector creció un 45% entre 2007 y 2022. Este crecimiento responde, en parte, a la ampliación de políticas audiovisuales que incentivaron la demanda de producciones nacionales. En 2022, se registró un aumento del 17,8% en los puestos de trabajo, marcando un récord histórico para la industria. Las plataformas internacionales jugaron un papel clave en este dinamismo, colaborando en la financiación de múltiples producciones.
Este crecimiento en la producción de contenidos para streaming permitió una diversificación del cine argentino, aunque también generó preocupaciones. Axel Kuschevatzky, productor y figura influyente en la industria, advierte que el modelo de coproducción internacional que sostuvo al cine argentino en las últimas décadas está en crisis. La financiación estatal, una de las principales fuentes de apoyo para el cine local, disminuyó debido a la depreciación de la moneda y la falta de actualización de los fondos de fomento. Esto obligó a muchos cineastas de renombre a migrar hacia las producciones financiadas por plataformas internacionales.
Las plataformas de streaming no solo impulsaron la creación de nuevas oportunidades laborales, sino que también afectaron las dinámicas de producción y distribución del cine y la televisión en Argentina. Según el INCAA, la producción de películas en el país se mantiene en niveles altos, pero cada vez más películas de bajo presupuesto son las que dependen del financiamiento estatal, mientras que las producciones de mayor escala recurren a acuerdos con plataformas internacionales. Esto plantea un reto para el cine argentino tradicional, que vio cómo las series y producciones para streaming captan a los principales talentos del país.
Por otro lado, la regulación del sector es otro tema central en el debate actual. Guillermo Tello, coordinador general de la Multisectorial Audiovisual, señala que es crucial actualizar las normativas locales para que las plataformas de streaming operen bajo un marco regulatorio que promueva la producción nacional y garantice la diversidad cultural. En Europa, muchos países implementaron leyes que exigen a las plataformas destinar un porcentaje de sus ingresos a la financiación de producciones locales. En países como Francia y Alemania, las plataformas están obligadas a reinvertir entre el 2,5% y el 60% de sus ingresos en la creación de contenido local, algo que Argentina podría tomar como ejemplo.
Mientras el INCAA continúa siendo un pilar en el apoyo al cine nacional, es evidente que la industria audiovisual argentina está en medio de una transición hacia un ecosistema digital y global. El desafío radica en cómo equilibrar el crecimiento de las producciones para plataformas de streaming con la necesidad de mantener un cine argentino independiente y de calidad.