El primer contacto fue a través de una red social y arreglamos el encuentro para unos días después.
Para preparar la entrevista, nos enfocamos en escuchar sus discos, ver sus documentales, mirar su película, chequear sus redes sociales y todo lo relacionado con su persona.
Cuando llegó el día, repasamos todas las preguntas y nos dirigimos al lugar acordado, Entre Ríos y Brasil, un restaurante llamado “El farolito”. Viajamos en la línea E de subte, desde Emilio Mitre hasta Entre Ríos y R. Walsh.
Llegamos 10 minutos antes de las 17, horario acordado, nos ubicamos en un salón apartado para estar tranquilos y evitar tener alguna interferencia auditiva. Le pedimos amablemente al mozo que saque el volumen de la tv y procedemos a esperarlo. La sala tenía un cartel de prohibido fumar, un cuadro de dos gatitos bebés, y otro de una paloma blanca por encima de un revolver, un espejo sucio con varias manchas negras.
Finalmente, Marcelo ingresó a las 17:10, llevaba puesto remera, pantalón de jean y zapatillas, todo color negro. Su remera decía en blanco “Psychic tv” y debajo de ella un cráneo dentro de un cuadrado y un círculo. También tenía un chaleco azul oscuro con varios parches de bandas punk y una campera marrón clara que se la sacó inmediatamente. Hay muchos temas por tocar y está dispuesto a contestar todas las preguntas.
¿Cómo fue tu infancia?
Nací el primero de octubre de 1964 en Constitución, y viví mi niñez en Lanús. Mis padres me incentivaron en todo aquello que me llamara la atención: libros, revistas, comics, películas de fantasía, todo eso era mi pasatiempo preferido. Tenía leves problemas de salud, lo que me obligó a estar la mayor parte de mi tiempo en cama, pero encontré entretenimiento en lo mencionado anteriormente. La escuela me resultaba una pesadilla, padecí por bulliyng y aburrimiento en casi todas las clases.
¿Cuándo decidiste convertirte en artista musical?
Eso creo que le pasó a todo el mundo relacionado con el rock. No había videoclips y mucho menos internet, entonces vos te pasabas horas escuchando y viendo la tapa de los discos imaginando como podía ser. Se incentivaba por el tipo de banda que elegía escuchar. El rock me tenía sin cuidado hasta que escuché a Kiss y Alice Cooper ya que estaba ligado a la estética de lo fantástico. Ahí es cuando entro al rock. Me imaginaba a mí mismo en las tapas de las revistas o discos. Mis viejos me compraron una guitarra eléctrica, pero no duró mucho. Un día empecé a cantar de casualidad y lo demás es historia.
¿Qué lugar toma Alice Cooper y Sid Vicious en tu vida?
Nunca renegué de Alice. Siempre me sentí ligado a su actitud, estilo y forma de cantar. Me identificaba con lo que proponía, esa especie de Dr Jenkyll y Mr Hide algo que explotó de Marcelo Araneo a Marcelo Pocavida. En cuanto a Sid, era el referente. Representaba la postal de lo extremo. Su influencia en el punk fue un antes y un después.
¿Recordas cómo fue tu primer recital?
Fue con mi primera banda, “Muerte civil” en 1981. Debutamos en La Plata siendo teloneros de los "Baraja" (banda en la que luego fue cantante). Mi viejo fue con nosotros porque era muy probable que cayéramos en cana. En el escenario me transformé en un animal, me revolcaba, gritaba, fue como liberar a la bestia que llevaba dentro.
Vamos a una un poco picante. A 15 años de “The new york dolls” tuviste un pleito con Charly García. ¿Qué recordás de aquella noche?
Hoy lo veo como un sketch televisivo viejo. Un hecho anecdótico y risueño. Recuerdo que estaba haciendo algo que me encantaba, presentar a los New york dolls, una banda que en mi vida pensé que iba a ver y menos presentar. Estaba eufórico, y de repente aparece este personaje. Me dio mucha bronca su presencia. Me le acerco y marco territorio. Lo que pasó es lo que se ve en el video, dos personajes en una actitud que raya lo patético y lo visible.
¿Vos que viviste la época ¿qué era ser punk en los 70s y 80s?
Sentía que era el centro de la provocación pura. Mostrar mi identidad a pesar de las críticas. Caminar por la calle y asustar al que pase. No me importaba que me dijeran que carecía de personalidad, pero reconozco que era muy inconsciente, ya que creía que estaba viviendo en Londres cuando la realidad es que vivía en Lanús.
¿Actualmente notás alguna diferencia con lo que significa ser punk?
Yo no me siento en absoluto identificado con lo que hoy se considera punk. Me parece que los grupos punk rock de Argentina, son de una misma escuela cortadas de una misma tijera. Es como una rueda que no para.
Llegó la hora del terror
¿Recordás cuál fue la primera película de terror que viste?
El cine de terror en la época de los 70s, estaba en su apogeo. Era parte de la cultura pop. Recuerdo que fue “Frankenstein 1970”. La primera de muchas.
“Masacre en el set de filmación” ¿cómo te adaptaste a ese papel?
Tenía un nexo con la dirección, ellos creían que yo era un personaje interesante, ya que tengo mucha afinidad con lo terrorífico. Comencé a coleccionar bibliografías de asesinos seriales para prepararme y dar un buen papel. En varias escenas improvisé, me salí del guion en múltiples tomas. Hay quienes dicen que metía miedo. La película tiene mucha hironía, comedia negra, y el personaje que interpreto es alguien que se camufla dentro del espectro urbano sin ningún problema. Un asesino Muy calculador y despiadado en su accionar.
"Guía del mal de Bs As" ¿qué detonó la idea de crear ese libro?
Alguien ligado a una editorial me propuso crear dicho libro, me dijo que tenía las cualidades necesarias para lograrlo por el hecho de ser un tipo muy urbano. Me inspiré en guías de “true crime”. "Guía del mal de Bs As" te sitúa en tiempo y forma respecto a los crímenes cometidos en la ciudad. La verdadera estrella no son los victimarios sino la ciudad; viene con mapas, líneas de transporte que te pueden llevar a los hagares de los asesinos y escenas del crimen.
De todas tus facetas artísticas ¿con cuál te sentís más cómodo?
Actualmente estoy desencantado con el rock. No extrañé estar dos años fuera del escenario, pero, por otro lado, estoy volviendo con una nueva banda que me encanta como suena y espero que a la gente le guste. Hacer radio me pareció alucinante, comparto cosas que no la googleas, la saco directamente de mi biblioteca y te la brindo a vos. Lo performático me encanta, pero requiere de una entrega física muy comprometida.
¿Cómo es un día normal en tu vida?
Hoy tengo una rutina ligada a mi entornó familiar. Tengo tres niños, no vivo con ellos, pero los veo a diario. Los llevo al colegio, les preparo su almuerzo y esas cosas típicas del padre de familia. En mis horas libres, la dedico primero a sobrevivir, hace 45 años que estoy en lo artístico y hago lo que se hacer: vender libros, hacer radio, ensayar con mi banda. Vivo al ritmo del personaje que creé.
¿Tenés alguna meta pendiente?
Me interesa sacar nuevos libros, grabar algún disco y hacer algo relacionado con el cine.