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“No le encuentro sentido a la vida”. El desconcierto materializado en una frase que significó un antes y un después para el fútbol argentino. El pasado jueves, se cumplió un nuevo aniversario del fallecimiento de una de las promesas más atractivas a nivel sudamericano, Mirko Saric. Aquella fatídica mañana del 4 de abril del año 2000, el jugador de San Lorenzo de Almagro, tomó la decisión de quitarse la vida, a los 21 años de edad, tras verse envuelto en un volcán de decepciones personales, que tendría una erupción ineludible.

 Mirko, un joven argentino de ascendencia croata, era destacado tanto por sus cualidades físicas, como por sus habilidades técnicas. El zurdo, desplegaba elegancia con la pelota en los pies, llegando incluso a ser comparado con el histórico Fernando Redondo. Estos distintivos conducirían al talentoso volante central, a ser considerado por uno de los gigantes del futbol mundial, el mismísimo Real Madrid. El equipo de la “Casa Blanca”, llegó a hacer un sondeo por el joven, mostrándose dispuesto a ofertar la colosal cifra de diez millones de dólares por su ficha. Sin embargo, la propuesta fue automáticamente rechazada por la dirigencia, con Fernando Miele a la cabeza, por considerarla insuficiente a razón de la proyección que proponía el futuro del juvenil. A su vez, la mañana del 19 de diciembre de 1999, en el desarrollo de un partido de Reserva frente a River, Mirko sufriría una de las lesiones más delicadas que puede tocarle atravesar a un deportista, la rotura de sus ligamentos cruzados.

mirko vs river

A este encadenamiento de desmotivaciones deportivas, se superpusieron una serie de desilusiones en lo que respectaba a su vida personal, las cuales lo llevaron a tomar una decisión que se volvería irreversible. Un análisis de ADN, fue el encargado de determinar que el hijo que esperaba con su pareja, no le pertenecía. Mirko continuaba hundiéndose en un mar de angustias incesantes, que pronto lo conducirían a buscar consuelo en quien era su entrenador en ese momento, Oscar Ruggeri. En esa conversación, el director técnico fue tomado por sorpresa, luego de comprender que el tema no atravesaba una cuestión deportiva puntual; el joven ya no encontraba motivación para seguir adelante. Ruggeri informó de esta situación a su padre, quien le dio a entender, tanto a él como a San Lorenzo, que la situación estaba siendo controlada por un médico psiquiatra. Sin embargo, Mirko estaba seguro de que sus días estaban contados. El fragmento a continuación, pertenece a una entrevista proporcionada por Ivana, la madre del joven.

- “Durante ese sábado y domingo se la pasó saludando a sus amigos y familiares. No nos dimos cuenta, pero fue como que empezó un tour de despedida. El lunes fue a entrenar y, cuando regresó, le pregunté si la ropa tirada era para lavar y me dijo ‘Hacé lo que quieras’. Eso era muy raro porque él era muy cuidadoso con la ropa. A la noche bajó a comer y nos dijo en la mesa: ‘Ustedes son unos padres maravillosos, pero mi problema no tiene solución’. Se fue a acostar y jamás lo volví a ver.”

madre mirko

Sin dudas, el caso de Mirko Saric, bautizado como “el Ángel del corazón roto”, significó un antes y un después para el futbol argentino. Su trascendencia, luego de 24 años, simboliza un giro de 180 grados respecto a la urgencia de frecuentar el tema de la salud mental en el deporte.

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