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 El sábado pasado en el mítico Madison Square Garden, en Nueva York, se vivió una de las mejores carteleras del año de UFC tras la asombrosa victoria del brasileño Alex Pereira frente al ex campeón Israel Adesanya del peso mediano (185 libras).

Este combate estelar por el título tiene una historia por detrás en el kickboxing por allá en el 2015, quienes se habían enfrentado dos veces, Pereira salió vencedor en ambas, una por nocaut y otra por puntos en las tarjetas. Prácticamente la pesadilla de Adesanya entró a la compañía para arrebatarle el título, ya que con tan sólo tres peleas ganadas, consiguió el boleto para retar al nigeriano y cortarle su racha de 12 victorias consecutivas en los pesos medianos. Fueron un total de cinco defensas de cinturón de campeón.

La particularidad de esta pelea, fue que Adesanya iba ganando en las tarjetas e incluso casi logra noquearlo en los últimos segundos del primer round tras dos ganchos, dejando a su contrincante tambaleando. Sin embargo, el sudamericano no se quedó atrás y siempre lo fue a buscar con esa presión constante a la malla de la jaula. Ya para el quinto y último round, el retador solo debía noquear o someter para ganar la pelea, a tan sólo 3 minutos y medio, el ex campeón realiza una low kick (patada baja) y al impactar se lastima pero sigue en el ruedo pero con menos estabilidad que antes. Claramente, su rival lo aprovechó, siguió presionando y luego de varias combinaciones de puños logró finalizar la batalla y hubo un nuevo campeón tras 3 años de dominancia de Israel Adesanya.

Por otro lado, en la pelea anterior, la china Weili Zhang le arrebató el título tras someter a Carla Esparza (Estados Unidos), correspondiente al peso paja femenino. Hay que recordar que es campeona por segunda vez ya que en agosto de 2019 lo había conseguido frente a Jessica Andrade para luego más tarde, perderlo en abril de 2021 con Rose Namajunas.

El combate favorito de la noche fue el batallón en el peso ligero entre los norteamericanos Dustin Poirer (rankeado N°2) y Michael Chandler (rankeado N°5). Ambos protagonizaron grandes golpes que pusieron de pie al público en reiteradas ocasiones hasta que, en el tercero y último round, Poirier lo montó por la espalda, ejecutó una mataleón (toma al cuello), el rival se rindió y se habló de una de las mejores peleas del año.

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