Torres Gemelas: el cambio en el mundo luego de los ataques del 11-S de 2001
Por Candela Magali Reyes, 12:0 Hs. Lectura aprox.: 4 min.
Dos décadas más tarde, los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington siguen grabados en la memoria del mundo.
El shock causado por la caída de las Torres Gemelas en Nueva York conllevo importantes cambios en Estados Unidos. A lo largo de estos veinte años se realizaron encuestas en la población estadounidense. El Centro de Investigación Pew, es un centro que brinda información sobre problemáticas, actitudes y tendencias que caracterizan a los Estados Unidos y el mundo, reveló en agosto pasado que 93% de los estadounidenses mayores de 30 años recuerdan con mucha precisión dónde estaban aquel fatídico día.
El acto del grupo islamista Al Qaeda, liderado por Osama Bin Laden que para ese entonces era poco conocido, terminaría teniendo un impacto global.
Guerra global contra el terrorismo
Surgió un nuevo tipo de guerra luego del 11-S, esa fue la respuesta que dio el Gobierno de Estados Unidos. Una guerra sin límites comenzando con Al Qaeda y que daría fin cuando cada grupo terrorista de alcance global haya sido encontrado y derrotado.
Semanas después del ataque, fuerzas estadounidenses iniciaron bombardeos en Afganistán que tenían como objetivos al régimen Talibán y Al Qaeda. Esto daría comienzo a la “guerra global contra el terrorismo”.
Pasado un año, el gobierno estadounidense generó una estrategia de seguridad nacional; consiste en enfrentar las posibles amenazas de grupos terroristas a través de ataques preventivos. Podrían ejecutarse sin que hubiera amenazas cercanas, aun cuando no hubiera certeza ni de dónde ni de cuando los terroristas podrían realizar sus atentados.
A pesar del fin de la guerra de Irak y la retirada de las fuerzas estadounidense de Afganistán podría creerse que la guerra contra el terrorismo llego a su fin, pero los datos revelan lo contrario. En las últimas dos décadas, las fuerzas de Estados Unidos han luchado o participado en operaciones de combate en 24 países.
Recientemente, en los últimos tres años, han combatido en 8 países y han ejecutado ataques aéreos en 7 países, además han participado en algún tipo de actividad antiterrorista en 85 países, de acuerdo con el proyecto Cost of War de la Universidad de Brown.
El aumento de la islamofobia
Los musulmanes en Estados Unidos han reportado desde el 11-S un gran incremento de la islamofobia en dicho país. El FBI reveló algunos datos, en los meses posteriores al atentado de las Torres Gemelas, el odio contra musulmanes se incrementó de 28 en el año 2000 a 481 en 2001.
Se mantuvo el número desde ese momento por encima de 100 al año. En la última década se registró un promedio anual de 198 ataques en contra de musulmanes por causa de su fe. En el último año el 48% de los musulmanes en EE.UU decían haber sufrido algún tipo de ataque por razones religiosas.
La islamofobia luego del 11-S no solo fue en Estados Unidos: el Centro Pew realizó un estudio en 2016 en 10 países europeos y reveló que 47% de los encuestados tenían una mirada negativa hacia los musulmanes. En países como Italia, Grecia, Hungría y Polonia, el porcentaje era superior al 65%, por otro lado en Alemania el porcentaje era de 29% y en Reino Unido 28%, menor que en otros países.
"La islamofobia erige constructos imaginarios en torno a los musulmanes que son usados para justificar la discriminación avalada por el estado, la hostilidad y la violencia contra los musulmanes", señala un reporte que realizo el relator especial de la ONU sobre libertades religiosas.
El retroceso en la defensa de los derechos humanos
La lucha por la defensa de los derechos humanos retrocede tras los ataques del 11-S.
Muchos estadounidenses comenzaron a justificar los duros métodos de interrogatorio, considerados como torturas por los defensores de derechos humanos, que las autoridades de ese país aplicaron a quienes eran detenidos por ser sospechosos de terrorismo tras el ataque a las Torres Gemelas.
En 2015 el Centro Pew realizó una investigación donde revelaron que el 58% de los estadounidenses consideraban que estas prácticas estaban justificadas. Dicho estudio se realizó en 40 países donde en la mayoría de ellos los consultados rechazan estos interrogatorios extremos, aunque hubo 11 países que aprobaban la posición de los estadounidenses.
Las denuncias sobre los abusos cometidos en la cárcel de Abu Ghraib (Irak), adonde Estados Unidos trasladó a muchos sospechosos de terrorismo para no concederles las garantías jurídicas que les corresponderían si estuvieran en territorio estadounidense, debilitaron ante el mundo la imagen de esa potencia como un país defensor de los derechos humanos.
Señaló en un análisis Patrycja Sasnal, jefa de Investigación del Instituto Polaco de Relaciones Internacionales, que a cambio de recibir cooperación de otros gobiernos en la lucha antiterrorista, Estados Unidos aceptó que estos cometieran violaciones de los derechos humanos, aplicando estados de emergencia prolongados y realizando audiencias de casos de terrorismo. "Una consecuencia de la guerra contra el terror post 11-S es que el contraterrorismo se ha convertido en un pretexto aceptado globalmente para otras políticas no relacionadas. China y Rusia lo usan con frecuencia para justificar acciones contra la oposición, activistas, minorías; o para intervenciones en otros países", agregó.
El devastador atentado contra las Torres Gemelas, el más grande de los tres del 11-S y el que en cuestión de minutos convirtió a una parte de la ciudad de Nueva York en escombros y cenizas y dejó un saldo de casi 3.000 víctimas fatales y un cuarto de millón de heridos, aún hoy, 20 años después, sigue fresco en la memoria de la sociedad estadounidense y sobre todo del mundo que nunca olvidará ese fatídico día.