Susto en Taiwán: una niña quedó enganchada al extremo de un barrilete y voló por los aires

Sucedió en la ciudad de Hsinchu, al norte de Taiwán, durante un evento perteneciente al Festival Internacional de Cometas el pasado domingo.

En dicha localidad, conocida como “la ciudad ventosa”, esta festividad se celebra año tras año, y reúne familias en diversos espacios abiertos para remontar barriletes que superan los 15 metros de largo y, en óptimas condiciones, vuelan más allá de los 30 metros de altura.

La tarde del domingo 30 de agosto no fue la excepción. Las condiciones climáticas resultaban óptimas para la actividad, y un grupo de entusiastas había desplegado un barrilete naranja con una cola de varios metros, que sostenían entre 6 personas.

Esperaban una ráfaga de viento lo suficientemente potente para que el vuelo suceda con éxito. El público –compuesto por una diversa franja etaria- aguardaba expectante el momento en el que soltaran la extensa figura de tela.

Luego de unos minutos, la ráfaga apareció y con ella la cometa se elevó por los aires. El pánico comenzó cuando, al final del objeto volador, se pudo ver una niña de tres años que había quedado enganchada de su vestimenta y se encontraba a más de 10 metros de altura.

La pequeña estuvo en el aire durante treinta segundos mientras las decenas de personas que observaban el hecho corrían de un lado a otro, intentando quedar debajo de la cometa para amortiguar su caída. Luego de medio minuto de tensión, en un descenso de velocidad del viento, el barrilete pudo ser alcanzado y la niña se soltó.

Inmediatamente fue llevada a un hospital cercano, en donde la atendieron por algunas quemaduras leves. Afortunadamente, no tuvo lesiones graves.