Senna: una vida corta pero un legado eterno
Por Ignacio Dziuba Heit, 6:53 Hs. Lectura aprox.: 8 min.
Hoy se cumplen 28 de años desde aquel trágico Gran Premio de San Marino, aquel que termino con la vida de Ayrton Senna. Tras un choque contra las barreras de protección a bordo de su Williams, el brasilero dejo este mundo y así un hueco en el deporte que jamás será ocupado por ningún otro.
Desde recién nacido ya se podía notar que llevaba la velocidad en las venas, con tan solo cuatro años ya era piloto de karts y su talento era innegable. Tras esto su pasión por el mundo motor no hizo más que ir en aumento. No fue hasta los 13 años que empezó a competir oficialmente en estos, destacándose como piloto. Ya con 17 ganó el Campeonato Sudamericano de Karts, haciendo demostración de su talento.
En 1978 decide partir hacia Italia y bajo un acuerdo con el equipo DAP, se decide a competir en el campeonato mundial de karting y participo en este desde el 78 hasta el 82. Además de ser aquí donde perfecciono su técnica de correr bajo la lluvia, según declaraciones de su hermana luego de perder una carrera, pasó varios días intentando perfeccionar esa técnica, y de qué manera lo logró.
Con 21 años se traslada hacía Inglaterra para empezar a probar los monoplazas. Es aquí cuando bajo un contrato con el equipo Van Diemen toma la decisión de correr en la Formula Ford 1600, donde saldría campeón. Sin embargo tenía algo en claro, no podría seguir corriendo. Bajo presión de su padre para volver a Brasil y continuar con el negocio familiar, su carrera parecía venirse abajo. Pero el destino tenía otros planes para el joven brasilero, Dennis Rushen quien era dueño del equipo Rushen Green Racing de Formula Ford 2000, un monoplaza a la módica cantidad de £10000 para que pudiera seguir compitiendo y conquistaría la categoría.
Llegado 1983 decide moverse hacia la Formula 3 de Gran Bretaña, donde bajo el apoyo del equipo West Surrey Racing volvería a ser campeón. Ese mismo año atraería la atención de varios equipos de Fórmula 1. Mclaren, Williams, Brabham y Toleman fueron quienes decidieron ficharlo como piloto de prueba, y en este momento fue donde realmente se sorprendieron. En solo unas pruebas, demostró ser más veloz que muchos pilotos de la categoría reina contratados por estos equipos.
Toleman el pequeño equipo inglés le daría su primera oportunidad, debutando por primera vez en el Gran Premio de Rio de Janeiro donde debería retirarse. Ya en su próxima carrera anotaría su primer punto logrando una sexta posición en el Gran Premio de Sudáfrica. Si bien tuvo más bajos que altos debido al rendimiento de su monoplaza, su talento finalmente resplandeció como el sol irónicamente en dos carreras donde llovió.
Llegaba el Gran Premio de Mónaco, aquel que es uno de los más complicados y que forma parte de la triple corona. Lograba una 13° posición en clasificación por lo que largaría muy atrás el domingo, para sorpresa de todos una lluvia torrencial llego pero esto no era motivo para amargar a la joven promesa sino todo lo contrario. A tan solo 19 vueltas de haber empezado y moviéndose como pez en el agua, había escalado a la segunda posición, y si bien estaba a 20” del líder Alain Prost, le iba descontando un segundo por vuelta. Llegada la vuelta 31 la dirección de carrera suspende el GP debido a la poca visibilidad, logrando así un segundo lugar a solo 7” del primero. Esta actuación se vería repetida en el GP de Gran Bretaña y Portugal bajo las mismas condiciones pero logrando esta vez un tercer puesto.
1985 se presentaba como una nueva oportunidad, emigraría al equipo Lotus el cual por esos años se posicionaba como uno que peleaba no solo podios, sino también victorias y un podio en el campeonato de constructores. Si bien en su primera carrera sufriría un retiro, ya en la segunda en el GP de Portugal, no solo se llevaría la pole sino también la victoria y la vuelta rápida bajo muy mala condiciones climáticas y sacándole un minuto al Ferrari de Michelle Alboreto que iba segundo.
Al año siguiente seguiría con Lotus pero con un comienzo totalmente diferente, en la primera carrera en su país natal lograría un segundo puesto y ya en la segunda en Jerez se llevaría la victoria con una diferencia de tan solo 0.014 segundos del segundo lugar Nigel Mansell, posicionándose así como uno de los finales más cerrados de la historia. Si bien venía liderando el campeonato, la mala fiabilidad de su Lotus 98T hizo que sufriera varios retiros en la temporada, relegándolo hacia un cuarto puesto para el final del campeonato.
Un nuevo año con mejores oportunidades se hacía presente para el brasilero y el equipo inglés. Lotus dejaría de usar motores Renault para pasar a usar motores Honda, los mismos que usaban los Williams de aquella época. Sin embargo el fabricante de motores japonés ponía una exigencia, y esta era que Satoru Nakajima se sumara al equipo, cosa que fue aceptada. Tenía algo en claro, esta vez podría luchar el campeonato pero el motor tenía un concepto muy diferente. En la primera carrera en Brasil tuvo que abandonar y si bien en San Marino logro un segundo lugar en Bélgica volvió a retirarse. Conquistaría nuevamente Mónaco y Estados Unidos pero serían las dos únicas victorias de la temporada. Algo era claro, Honda le proporcionaba sus mejores motores a Williams y esto se hizo más que evidente en Gran Bretaña debido a que tanto Piquet como Mansell doblaron a Senna y su compañero.
Su llegada a Mclaren en 1988 fue la mejor decisión que pudo tomar, el equipo se unía a Honda para tener un nuevo motor sumamente potente y esto sumado a su nuevo MP4/4 con un diseño completamente acertado, harían de los de Woking un equipo imbatible ese año, solo con decir que tuvieron el coche más dominante en la historia de la fórmula 1 ganando el 93% de las carreras, nos damos una idea del nivel que tenían. El único inconveniente que tenía para lograr el campeonato era su compañero Alain Prost. En este momento empezaría a gestarse la mayor de las rivalidades en toda la historia del deporte automotor. Seria descalificado en su casa y luego ganaría en San Marino, sin embargo este año se retiraría en Mónaco. Para este momento el francés lideraba el mundial, pero en lo que quedaba de temporada Ayrton lograría mejores resultados aunque todo se definiría en Japón. Suzuka era el circuito que nos iba a decir “el campeón mundial es…” y de qué manera lo hizo, Senna se quedó parado en plena largada debido a un fallo en su monoplaza largando desde la pole, pero gracias a la pequeña inclinación del circuito pudo arrancar. No se iba a rendir y fue subiendo posiciones hasta alcanzar al galo y nuevamente haciéndose presente la lluvia como si se tratara de la final Lauda-Hunt en el 76, el sudamericano saco todo su talento y sobrepaso al francés en la vuelta número 28. Logrando la victoria se coronaba campeón por primera vez.
En 1989 no tendría tanta suerte, debido a problemas de fiabilidad con su monoplaza en Phoenix, Canada, Francia e Italia y sumado a graves errores en Brasil, le darían una ventaja al galo en el mundial. Todo se volvería a decidir en Japón y Prost tenía algo muy en claro, si Senna no terminaba la carrera perdería todas las posibilidades de ganar el mundial. En la curva 15 este intentaría un adelantamiento al bicampeón, sin embargo este último decidiría cerrarlo provocando que ambos coches se engancharan y no pudieran terminar la carrera. Senna pudo reincorporarse a la carrera con ayuda de los comisarios pero esto le costó la descalificación y Prost se alzaba como campeón.
Iniciada la década de los 90 el francés emigraba hacia el equipo rival, la escudería de Maranello y el caballino rampante, Ferrari. Senna emanaba ira, esto lo veía como una traición al equipo inglés y sumado a lo vivido en los últimos dos años no hacía más que incrementar la rivalidad. El año comenzaría ideal para el brasilero con una victoria en el GP de Estados Unidos, seguido de un tercer puesto en Brasil y un retiro en San Marino. Si bien su eterno rival lograría buenos resultados, Ayrton tendría mejores resultados pero Japón se volvería a poner como escenario definitorio, solo que este año se invertirían los papeles y sería el sudamericano quien contaría con la ventaja. Como si fuera una venganza repetiría la acción que realizó su ex compañero el año anterior provocando un doble retiro y alzándose bicampeón.
Comenzada la temporada 1991 y tomaría una gran ventaja, cuatro victorias consecutivas en Estados Unidos, Brasil, San Marino y Mónaco supondrían una gran ventaja frente a Mansell, siendo la segunda una de sus mejores carreras. Si bien había logrado una gran diferencia, el Williams le acorto segundos luego de una mala parada en boxes, sumado a esto su caja de cambios comenzó a fallar debido a que perdió la cuarta marcha y si bien Mansell abandonó, Patrese (su compañero) comenzó a acechar al local. Con solo dos vueltas para finalizar perdió la tercera y quinta marcha, teniendo que agarrar con una mano la palanca de cambios y con otra el volante para no perder el control. Si bien en los últimos metros no podía bajar la sexta marcha, se alzó con la victoria frente a todo su público y teniendo que ser asistido para bajarse de su monoplaza y subir al podio por todo el esfuerzo físico y mental que tuvo que hacer. Sus victorias y buenos resultados, sumado al mar rendimiento de Prost y la falta de victorias de Mansell lograron alzarlo como tricampeón.
El año siguiente sería una temporada para el olvido, el desarrollo de la suspensión activa y control de tracción por parte de Williams, y un mal rendimiento del Mclaren desemboco en que no pudiera pelear el título y sufriera siete retiros, y si bien tuvo tres victorias y múltiples podios no fueron suficientes para competir por el campeonato. Mansell se coronaba campeón luego de múltiples intentos, desplazando al brasilero hasta el cuarto lugar.
Su último año con Mclaren fue de los más polémicos ya que accedió a un contrato que no era por un año, sino que dependiendo del rendimiento del monoplaza evaluaría que iría haciendo durante todo el año. Cosa que si bien no era malo, el Williams arrasaba debido a su innovadora tecnología, esta temporada fue la última que peleo con su ex compañero ya que se retiraría para el final de la misma llevándose así su cuarto campeonato mundial. Algo a destacar de esta temporada es que el brasilero logró su última victoria en su hogar y entregándole el trofeo su héroe Juan Manuel Fangio.
El último año en la categoría reina sería en Williams, sin embargo no sería como esperaba. La FIA había prohibido las ayudas que le daban una gran ventaja al monoplaza, esto sumado a que según el brasilero era muy difícil de controlar. En Brasil lograría la pole pero el Benetton de Schumacher no lo dejaría tranquilo arrebatándole la primera posición y ya que no se iba a conformar con una segunda posición llevo su motor hasta el final provocando un trompo y que este mismo se fundiera. Si bien en la segunda carrera en Japón volvería a lograr la pole, Mika Hakkinen lo golpeó por detrás y un Ferrari lo chocó provocando que abandonara.
San Marino ya daba un mal augurio de lo que podía pasar, en las practicas libres Barrichello sufriría un choque que haría que salga volando del monoplaza, el sábado en plena clasificación Roland Ratzenberger fallecería tras chocar con las barreras. Antes de que comenzara la carrera del domingo su amigo y jefe de médicos de la FIA, le recomendó que debido a todo lo sucedido abandonara y se fueran a pescar pero el brasilero no iba a ceder. Senna estaba a la caza de Schumacher para pelear el campeonato, sin embargo lo peor sucedería en la curva de Tamburello en la vuelta siete. Tras una falla en la barra de dirección, se estrellaría a más de 300km/h contra la barrera de contención provocando graves lesiones en su cráneo y que perdiera el conocimiento al instante. Inmediatamente se desplegaron las banderas rojas y luego de múltiples intentos de sacarlo del monoplaza, fue trasladado en helicóptero al hospital más cercano. Pero a las 18:40 horas de ese mismo día, se reportaría que a pesar de muchos intentos, el piloto de 34 años había fallecido.
El mundo del deporte perdió ese día a una de sus figuras más importantes y el automotor a la leyenda más grande que pudo haber. Siendo elogiado por varios pilotos como Schumacher, Alonso, Massa, Hamilton y demás como el mejor piloto de toda la historia. Hablar de Senna es hablar de algo superior, se ganó el título del rey de Mónaco, el piloto más veloz y el mejor bajo lluvia. Como él nunca habrá uno igual y si bien se fue muy temprano, su legado será eterno y nunca olvidado.