San Lorenzo: entre la polémica y la disconformidad
Por Ramiro Patricio Alejandro Rosas, 1:45 Hs. Lectura aprox.: 2 min.
La falsa renuncia de Tinelli que generó enojos, el nuevo cargo de Matías Caruzzo, el acercamiento con un ídolo y una nueva manifestación de hinchas, todo en otra vertiginosa semana del conjunto de Boedo.
Marcelo Tinelli realizó un posteo anunciando su renuncia al cargo de presidente de San Lorenzo el pasado 30 de abril, sin embargo, dicha renuncia no fue más que una publicación en sus redes sociales y aún no se ha hecho oficial dentro del club, lo que generó disconformidad en el resto de los directivos. El pasado lunes por la tarde, se realizó la primera reunión de la Comisión Directiva desde el anuncio y consideraron válida la renuncia de Tinelli, amparándose en las que fueron sus expresiones públicas.
Otra de las novedades del mundo Azulgrana, fue la contratación de Matías Caruzzo, antiguo jugador del club, para ocupar el cargo de mánager. El ex defensor de 37 años será uno de los integrantes de la Mesa de Fútbol, que se encargará de elegir al futuro director técnico del equipo de Boedo y de armar el plantel de cara al próximo campeonato del Fútbol Argentino.
La búsqueda de un DT para el Ciclón sigue activa. Tras la confirmación de que Néstor Gorosito, anterior principal candidato, continuará en Gimnasia, los apuntados para ocupar el puesto son: Mauricio Pellegrino, con un paso reciente por Vélez; el uruguayo Juan Ramón Carrasco, ex entrenador de River Plate de Uruguay; Rubén Darío Insúa, ídolo del club, que como jugador convirtió el penal que devolvió a San Lorenzo a primera división en 1982 y como director técnico conquistó la Copa Sudamericana del año 2002. Insúa comentó que tuvo un acercamiento informal de parte del club y mencionó que le gustaría volver a entrenar a San Lorenzo.
Por parte de los hinchas, se planea una marcha frente al predio de Avenida La Plata el jueves a las 19 horas, con el lema “Ellos se esconden, nosotros damos la cara”, exigiendo el llamado a elecciones y la renuncia de Matías Lammens y Horacio Arreceygor.
Por Ramiro Gerez Padilla y
Ramiro Rosas