“Él tampoco es un héroe de película, sino simplemente un hombre que se anima, y eso es más que un héroe de película”, comienza Walsh en el prólogo del libro que dio un giro inesperado para el periodismo: Operación Masacre. Sin saber que de una manera u otra, se estaba refiriendo a sí mismo en esta descripción que realiza sobre Livraga.