Rodolfo Walsh: de traductor a periodista, militante y creador del Nuevo periodismo
Por Sol Lujan Gatopoulos, 4:29 Hs. Lectura aprox.: 2 min.“Él tampoco es un héroe de película, sino simplemente un hombre que se anima, y eso es más que un héroe de película”, comienza Walsh en el prólogo del libro que dio un giro inesperado para el periodismo: Operación Masacre. Sin saber que de una manera u otra, se estaba refiriendo a sí mismo en esta descripción que realiza sobre Livraga.
Creador del nuevo periodismo o novela de no-ficción, por más que haya una disputa entre quién lo hizo primero: si nuestro querido Walsh o Truman Capote con ‘A sangre fría’.
De la indiferencia social a ser un personaje que recorre las calles de Buenos Aires con un arma para protección propia, Rodolfo dejó su huella en el periodismo y la militancia.
Su mayor creación comenzó cuando en una cafetería ubicada en La Plata, mientras jugaba una partida de ajedrez, se le acerca un hombre para remarcar las palabras que cambiarían el futuro de Walsh y del periodismo: “Hay un fusilado que vive”. Desde ese momento, cambiando su identidad, mudándose a Tigre y con un arma apuntándole detrás de su espalda, se embarca hacia la búsqueda de la verdad junto a su compañera Enriqueta Muñiz.
Un hombre que se animaba, y cómo se animaba. Las tragedias en su vida, como la muerte de su hija María Victoria en un enfrentamiento con el Ejército, lo impulsaron a no hacer oídos sordos y arriesgar su vida por el bien común.
Un 25 de marzo de 1977 al mediodía, Walsh se enfrentó a disparos con un grupo de tareas de la ESMA, quienes lo hicieron desaparecer después de ser herido en la esquina porteña de San Juan y Entre Ríos. Su último acto heroico después de publicar ‘Carta abierta de un escritor a la Junta militar’, denunciando el funcionamiento del terrorismo de Estado de la última dictadura cívico militar.
Pasó de ser un simple traductor a escribir sus propias obras. Desde cuentos sobre su infancia y su experiencia en el colegio de sacerdotes irlandeses al que iba cuando era chico, hasta publicar investigaciones periodísticas. Algunos de sus más conocidos: Operación masacre (1957), ¿Quién mató a Rosendo? (1969) y El caso Satanowsky (1973).