Realidades desconocidas: el mundo de la danza
Por Guadalupe Mierez Bo, 12:0 Hs. Lectura aprox.: 6 min.
Desde antes de la pandemia, el Movimiento Federal de Danza viene trabajando por los derechos de todos sus trabajadores
Muchos son los sectores que han sido castigados por el contexto actual, uno de ellos es el arte, específicamente, los trabajadores de la danza, los cuales no solo tienen que hacer frente a una realidad económica poco favorable, sino que también luchar por obtener los mismos derechos básicos que cualquier otro rubro laboral. En esta línea, pero antes ya de la pandemia por el coronavirus, surge el Movimiento Federal de Danza (MFD), una organización sin fines de lucro que busca la sanción de una Ley Nacional de Danza, como así también la creación de un sindicato que ampare a todas las personas que forman parte.
Una de sus miembros y colaboradora de la Comisión de Comunicación es Ángeles Fabrizio, bailarina, docente y dueña de su propio estudio de danzas; quien además participa dentro del movimiento y contribuye a la difusión de cada una de sus campañas y propuestas. “El Movimiento surge a raíz de la necesidad de organizar el sector y garantizar a todos los trabajadores de la danza (bailarines, coreógrafos, escenógrafos, vestuaristas, etc) los derechos que no poseen actualmente; somos un grupo autogestivo, vimos la problemática y nos reunimos para visibilizar la situación”, comenta.
El MFD se encuentra englobado por un núcleo nacional y a su vez está subdividido geográficamente dentro del país; también, de manera interna, está constituido por comisiones (de género, legislativa, comunicacional, de desarrollo, etc), las cuales se encargan de tareas específicas y en donde cualquiera puede ofrecerse como voluntario, siempre y cuando esté dispuesto a involucrarse con la causa.
La organización tiene un objetivo claro: la sanción de una Ley Nacional de Danza, esta engloba la necesidad de crear un Instituto Nacional de Danza, para que todos los trabajadores del rubro tengan un ente estatal que los ampare y regule los derechos que -hasta hoy- son inexistentes, para así también poder acceder a subsidios y actividades municipales más allá de CABA. Además, el proyecto de ley busca garantizar un Sindicato de Trabajadores de la Danza, según explica Ángeles: “Necesitamos de un sindicato para poder plantear situaciones de trabajo informal, precarización laboral, falta de compromiso en los contratos; no tenemos obra social ni una jubilación acorde a la edad y desgaste que conllevan las actividades que realizamos”.
– Como trabajadora en el área de comunicación del Movimiento, ¿Qué medios eligen para difundir su trabajo?
Principalmente las redes sociales, el Movimiento Federal de Danza tiene su propia cuenta de Instagram y también cada una de las regiones, al igual que distintos grupos de Facebook. También contamos con un blog donde se encuentra el proyecto de ley y toda la información sobre quiénes somos y cómo nos manejamos; además ofrecemos un servicio de newsletter vía mail para todos aquellos que estén interesados en apoyarnos y quieran recibir actualizaciones al respecto y estamos en camino a crear un canal de Youtube. De todas formas siempre apelamos al viejo “boca en boca” para poder llegar a más personas más allá de todas las plataformas digitales.
Aunque la sanción de la Ley Nacional de Danza – junto con el Instituto y el Sindicato- son las cosas por las que más puja el movimiento; sus objetivos van más lejos y a un nivel mucho más personal, en palabras de Ángeles: “Queremos empoderar el pensamiento del bailarín o trabajador de la danza, la gran mayoría inicia desde muy joven, por lo que deben repensarse y considerarse como miembros activos de la sociedad; invitamos a un cambio en la conciencia colectiva y también en la mirada social”.
“Invitamos a un cambio en la conciencia colectiva y también en la mirada social”.
– ¿Qué consideras que falta para que la ley se sancione y se conozca un poco más de su realidad?
Hay muchas cosas que hoy complican poder obtener la ley, por un lado todavía falta organizarse y al ser un proyecto a nivel país eso no es tarea fácil, sumado al hecho de que al ser un trabajo ad honorem no siempre se dispone del tiempo necesario y menos aún en la situación actual, donde nuestro rubro ha sido muy castigado y no todos pueden darse el lujo de trabajar en algo que no les genera ingresos. Por otra parte, hay mucha ignorancia y desinformación, históricamente los trabajadores de la danza somos los últimos en ser considerados al reclamar derechos y eso hace que nuestros proyectos tengan poca fuerza dentro de la sociedad; nuestro sector constantemente es subestimado como si no fuésemos igual a cualquier otro, no se sabe la cantidad de gente y dinero que mueve porque es tapado por la clandestinidad.
Si bien es un hecho que la pandemia ha golpeado a muchos sectores de la economía del país, debemos dejar de desconocer aquellas luchas y reclamos que ya desde hace varios años solo buscan una cosa: igualdad. Resulta casi utópico pensar que actualmente aún haya trabajadores que no puedan acceder a los derechos básicos que por ley les pertenecen. Como sociedad es momento de dejar los prejuicios y estereotipos de lado y abrir los ojos frente a una realidad que existe y que, lamentablemente, afecta a miles de personas en nuestro país; muchas de las producciones que tanto disfrutamos ver, pueden ser llevadas a cabo gracias a todos los trabajadores de la danza que día a día dedican sus vidas a lo que tanto les apasiona, por lo que darles el reconocimiento y valor que merecen es una cuenta pendiente de todos que ya no puede seguir siendo ignorada