Pyongyang destruye la oficina de enlace intercoreana, antiguo símbolo de distención con Seúl
Por Loic Paul Dugelay, 7:42 Hs. Lectura aprox.: 3 min.Este martes, Pyongyang derrumbó la oficina de enlace intercoreana ubicada en su territorio, símbolo de pacificación en la península, acentuando así las tensiones después de varias semanas de ataques verbales contra el sur.
Esta demolición concretizó las amenazas de Kim Yo Jong, la poderosa hermana menor del “gran líder” norcoreano Kim Jong Un que había amenazado este fin de semana con reducir a polvo esta institución “inútil”. Imágenes de la explosión difundidas por la Casa azul, presidencia de Corea del sur, mostraron la deflagración de varios edificios en la zona industrial de Kaesong, situada cerca de la zona desmilitarizada (DMZ). Una torre cercana se derrumbe parcialmente mientras columnas de humo se elevan.
Algunos expertos sospechan Pyongyang de querer armar una ficticia crisis a fin de aumentar la presión sobre Seúl, en un momento en que las negociaciones internacionales sobre el nuclear están en un punto muerto.
Al concluir una reunión de emergencia, el Consejo de seguridad nacional surcoreano declaró que “reaccionaría con fuerza” si Pyongyang “sigue tomando medidas que agravan la situación”. “La entera responsabilidad de las repercusiones que podría haber caerá en los hombros del norte”, agregaron.
Ubicado en la zona industrial de Kaesong, dónde empresas surcoreanas hacían trabajar obreros del norte, pagando los salarios directamente a Pyongyang, la oficina se había abierto en septiembre del 2018 con el propósito de transformarse en el símbolo de la mejoría del vínculo aparecido ese mismo año entre ambos países.
Ataques ácidos
Era el resultado de un acuerdo entre M. Kim y el presidente de Corea del sur Moon Jae-in que habían tenido tres encuentros en pocos meses. En el momento más intenso de su actividad, esta oficina reunía dos delegaciones, una del norte y otra del sur, cada una compuesta de aproximadamente 20 funcionarios. Se trataba del primer instrumento de comunicación físico y permanente. Estaba destinado a desarrollar las relaciones intercoreanas, mejorar las relaciones entre Estados Unidos y el norte y apaciguar las tensiones militares. Pero el diálogo sur-norte no cesó de degradarse después del fracaso de la segunda cumbre que hubo en Hanói en febrero del 2019 entre el presidente estadounidense Donald Trump y Kim.
La obra de la oficina había sido interrumpida en enero a causa de la pandemia de coronavirus. A principio del mes de junio, Pyongyang multiplicó los ataques ácidos contra su vecino, en particular contra los tránsfugos norcoreanos que, desde el sur, envían panfletos de propaganda mas allá de la zona desmilitarizada.
La agencia oficial norcoreana KCNA declaró el martes que la destrucción de la oficina de enlace intercoreana era conforme al “pensamiento del pueblo, furioso, que quiere obligar los deshechos de la humanidad y aquellos que los resguardan, a pagar muy caro sus crímenes”. La semana pasada, el régimen norcoreano anunció el cierre de sus canales de comunicación con el sur.
Ciclo de provocación
Para Leif-Eric Easley, profesor de estudios internacionales en la universidad Ehwa de Seúl, “Corea del norte inició un ciclo de provocaciones con frases en escaladas” llamando a una destrucción que conlleva un golpe simbólico a la “reconciliación y a la cooperación inter coreana”. “El régimen de Kim manda también un mensaje a los estados Unidos para significarles que no podrán permitirse dejar Corea del norte en un segundo plano de acá hasta el final del año”, agregó.
Desde que Pyongyang condenó los envíos de folletos, a menudo agarrados a globos que vuelan hacia el territorio norcoreano, o insertados adentro de botella tiradas en los ríos fronterizos, el ministro de la Unificación denunció dos grupos de disidentes norcoreanos acusados de estar al origen de esta propaganda.
El lunes, Moon Jae-in, gran artesano del acercamiento en 2018, exhortó al norte de “no dejar que la ventana del dialogo se cierre”.
Para Cheong Seong-chang, director del Centro por los estudios norcoreanos en el instituto Sejong en Seúl, “Corea del norte está frustrada porque el sur no propuso un plan alternativo para reactivar las negociaciones entre Estados Unidos y el norte, dejándola sola para crear un clima propicio a estimular el dialogo”, afirmó. “Concluyó que el sur había fracasado como mediador en el proceso”, terminó.