Por qué la música es buena para la salud
Por Juan Olmedo, 6:37 Hs. Lectura aprox.: 2 min.
¿Quién no escucha música? Desde que nacemos que nos cantan canciones y nos hacen escuchar música para bailar, relajarnos y dormir. Científicamente está comprobado que escuchar música produce una gran variedad de actividades y estímulos cerebrales que influyen directamente en tu vida como el estado de ánimo, el control del estrés, la ansiedad, la fatiga y otros factores que producen una mejoría en tu salud mental.
En las últimas décadas, hubo grandes avances tecnológicos que nos dio la capacidad de monitorear los cerebros de las personas a través de resonancias magnéticas para entender como funciona. Es por eso que está comprobado que la música activa varias aéreas del cerebro, generando dopamina, el neurotransmisor responsable de que te sientas mejor. Tocar un instrumento es uno de los mejores ejercicios para tener un cerebro sano, desarrollas disciplina, mejoras la memoria y fortaleces el cerebro. Es por eso que voy a enumerar varias razones por las cuales debemos escuchar música.
Reduce la ansiedad: La música puede ayudar a rebajar los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés.
Contribuye a reducir el dolor: la terapia musical hace que se liberen endorfinas, que actúan como analgésicos naturales. De hecho, existen múltiples estudios que demuestran que la música puede reducir el dolor de algunas enfermedades crónicas como, por ejemplo, la artrosis.
Ayuda en desórdenes neurológicos: tales como el Alzheimer, Parkinson o Autismo. Además, la música es como un gimnasio para el cerebro, ya que aumenta la comunicación neuronal, la elasticidad y la plasticidad del órgano.
Fortalece el sistema inmunológico: aumenta la producción de plaquetas, estimula los linfocitos y la protección celular ante determinadas enfermedades.
Aumenta el optimismo y protege el envejecimiento cerebral: en especial para personas que sufren procesos de depresión. Según un estudio publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience, tocar un instrumento musical reduce los efectos del deterioro mental asociado al envejecimiento.
Potencia la memoria: al escuchar música se activan varias zonas del cerebro por lo que se procesa mejor la información. Varios informes han confirmado que escuchar música o tocar un instrumento hace que se aprenda mejor. Así, según un estudio publicado por científicos de la Universidad de Helsinki, la música de Mozart activa el cerebro izquierdo y derecho, lo que maximiza el aprendizaje y la retención de información.
Combate el dolor de cabeza: gracias a su efecto relajante y desestresante otro de los beneficios de escuchar música es que puede ayudar a aquellos que padecen de migraña o cefaleas.
Reduce la presión arterial: según una investigación de la Sociedad Estadounidense de Hipertensión, en Nueva Orleans, escuchar 30 minutos de música clásica, celta o raga a diario puede reducir significativamente la presión arterial alta.
Ayuda a practicar deporte. Escuchar música motivacional cuando estás realizando ejercicio físico hace que el entrenamiento sea más duro, además, se consume oxígeno de manera más eficiente. También sucede que nuestra atención se desvía y la sensación de cansancio, fatiga o aburrimiento disminuye.