¿Por qué el Covid-19 explotó en Corea del Norte?

A finales del mes de febrero e inicios de marzo del año 2020, el mundo se paralizaba debido al inicio de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2, y Corea del Norte -aunque pareciera imposible- siguió ese lineamiento. Es más, lo llevó al extremo; la primera medida fue la de cerrar el país a toda persona -inclusive norcoreanos- que quisiera entrar o salir del territorio, apostando soldados en pasos fronterizos con la orden de disparar a cualquier persona que se acerque; se cortaron líneas de suministro (excepto de productos indispensables provenientes de China) y se rechazó el ofrecimiento de vacunas.

¿A qué se debieron estas medidas extremas?. La respuesta se encuentra en la doctrina Juche (주체 en coreano), que se podría traducir como autosuficiencia o autoconfianza, lo cual es bastante acertado, de hecho. La misma fue impuesta por Kim Il-Sung tras tomar el poder en el país, y consistía en una independencia económica, productiva, armamentística y política; el dictador que gobernó hasta 1994 había dicho hace mucho tiempo que esta filosofía significaba "rechazar la dependencia de otros, usar el propio cerebro, creer en la propia fuerza, mostrar el espíritu revolucionario de la autosuficiencia y resolver los problemas por uno mismo".

Nam Sung-wook, especialista en asuntos norcoreanos de la Universidad de Seúl, declaró a la BBC que Juche se aplicó "al pie de la letra" en lo que refiere a la política médica como método preventivo de contagio. La desconfianza hacia los extranjeros llegó al punto en el que se rechazaron las vacunas ofrecidas por EE.UU, China, Rusia o el mismo Mecanismo COVAX (programa de la OMS para el acceso equitativo a la vacuna).

Asimismo, el mes pasado estuvo marcado por dos fechas relevantes para la sociedad de Corea del Norte: el 15 y el 25 de abril (el aniversario del nacimiento de Kim Il-sung y la fundación de las Fuerzas Armadas, respectivamente). En ambos casos, el gobierno realizó actos en la ciudad de Pyongyang que aglomeraron a cientos de miles de personas.

Entonces, cuando se nos presentan la variante de Covid más contagiosa (la ómicron), una población sin vacunas y eventos masivos sin cuidados sanitarios, el único resultado posible es el desastre. Aún así, queda presente la pregunta más importante, ¿Cómo entró con todas esas medidas?.

La hipótesis más fuerte sobre el ingreso de la enfermedad al país probablemente sea consecuencia de la misma doctrina Juche; es que al estar una población desprovista de bienes básicos a precios accesibles, optan por depender de contrabandistas provenientes de China, los cuales solo deben cruzar el Río Yalu (extenso y poco profundo) para ingresar en tierras norcoreanas. Eso se agravó con la pandemia, ya que a pesar del encierro, las personas siguen necesitando de esos bienes -o incluso los necesitan más- a los que solo podían acceder mediante traficantes chinos, los cuales posible e involuntariamente ingresaron la variante ómicron en Corea.

La otra posibilidad, según Nam Sung-wook, se encontraba también ocasionada por esa medida extranjera ya que la situación económica del país asiático ha llegado a niveles críticos, por lo que decidieron pedir ayuda a Beijing. De esta forma se abrieron pequeñas zonas para el ingreso de materiales y personas, las cuales podían estar contagiadas de Covid, pero estando asintomáticas.

Independientemente de cuál sea la respuesta correcta, lo que sí es cierto es que el Covid está destruyendo el sistema médico coreano. ¿El responsable? Según el Líder Supremo Kim Kim Jong-un, la responsabilidad de esta crisis es pura y exclusivamente de sus ministros por su "actitud de trabajo irresponsable y su capacidad de organización y ejecución". ¿Las medidas? prohibir el tránsito en las calles y desplegar a las Fuerzas Armadas para que mantengan el orden y aseguren las líneas internas de suministros. ¿Qué le espera a Corea del Norte? aunque no sea posible dar una respuesta segura, en lo que están de acuerdo múltiples analistas internacionales es que Kim buscará un "chivo expiatorio" que sustente la idea de que el líder es infalible y nunca es responsable de los errores.