¿Por qué Chile busca una nueva Constitución?
Por Guadalupe Mierez Bo, 11:2 Hs. Lectura aprox.: 2 min.
Luego de obtener el plebiscito para redactar una nueva Constitución, el pueblo chileno está a la espera de cambios
El domingo pasado chilenos y chilenas obtuvieron un triunfo histórico: con el 78% de los votos positivos el proyecto impulsado por la ciudadanía para crear una nueva Constitución -este adjetivo no debe ser tomado a la ligera- avanza con pies firmes y gana cada vez más peso.
Cierto es que desde hace años el pueblo chileno atraviesa una crisis de legitimidad e identidad con respecto a sus leyes y las autoridades que lo gobiernan. Pero fue quizás durante 2019 cuando esta situación llegó a su punto cúlmine y el reclamo estalló en las calles en protestas reprimidas por el gobierno de Sebastián Piñera.
El monstruo que acarrea sobre los hombros de Chile es claro: la Constitución redactada en 1980 por el gobierno del dictador Augusto Pinochet todavía sigue vigente y hace tiempo que ha dejado de representar a sus habitantes y no contempla un sinfín de cuestiones que ya no pueden seguir siendo ignoradas.
Para los chilenos esta es una oportunidad de redactar desde cero a partir de una Convención Constituyente integrada por 155 miembros, quienes serán elegidos el 11 de abril de 2021 mediante voto directo, y además será paritaria por género y tendrá la presencia de integrantes de los pueblos originarios.
Las demandas a cumplir son muchas, pero mayormente se condensan en la necesidad de romper con el texto aprobado durante la dictadura impuesta por los Chicago Boys y además, atender como se debería cuestiones sociales tales como mejorar el acceso a la salud, salarios dignos, educación de calidad, el fin de las aseguradoras de pensiones y la reducción de las desigualdades en torno a categorías socio-estructurales, como la clase, el género y la etnia, entre otras.
Esto podría parecer como el fin de la lucha chilena pero en verdad es solo el principio, dado que ahora el próximo objetivo del pueblo será votar en las elecciones para elegir a los futuros integrantes de la Convención Constituyente en abril del año que viene..
Una vez finalizada esta primera parte, se podrá comenzar con lo que tantos chilenos anhelan: la reforma. La redacción de la nueva Constitución tardará unos nueves meses renovable por tres más. El texto deberá ser aprobado por al menos ⅔ de sus integrantes y se hará un último plebiscito ratificatorio “de salida” durante el 2022. Si en el plazo previamente establecido los integrantes no llegan a un acuerdo la Constitución de Pinochet se mantendrá en vigencia.
Durante los próximos años, Chile deberá enfrentarse a un largo y exhaustivo proceso, conformado por conflictos, tensiones, debates y negociaciones, para lograr conseguir la Constitución por la cual el pueblo luchó tan arduamente. Las autoridades deberán estar a la altura y el pueblo expectante de cambios.