México: Día de Muertos, en tiempos de coronavirus
Por Fernanda Forero, 9:43 Hs. Lectura aprox.: 2 min.
“El culto a la vida, si de verdad es profundo y total, es también culto a la muerte. Ambas son inseparables. Una civilización que niega a la muerte acaba por negar a la vida”.
Desde que se llega a México, se puede ver el colorido y lo especial de esta fecha, para los mexicanos uno de las fechas especiales, pero este año tiene un sinsabor especial, querer celebrar esperada visita de sus familiares ya muertos, con un barbijo que para mi sorpresa refleja claramente y hermosamente la cultura mexicana, barbijos negros bordados a mano llenos de colores y con sus principales representantes artísticos como Frida Kahlo entre otros, obviamente flores y miles de colores.
Para entender el origen de esta relación hay que retroceder hasta la Mesoamérica de hace miles de años. Algunos de los pueblos originarios organizaban fiestas para guiar a los muertos en su recorrido al Mictlán, el inframundo de la mitología mexicana y está considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco.
Es un día de celebración, no hay espacio para la tristeza, se lleva acabo el 1 de noviembre (dedicado a bebes, niños, adolescentes fallecidos) y el 2 de noviembre (dedicado a las personas mayores). En estos días las familias empiezan a decorar sus casas con los más bellos banderines de colores de calavera, la flor de muerto o cempasúchil y arman su altar que contiene elementos específicos.
El altar debe tener la foto de la persona, velas, la comida y bebida que mas le gustaba en vida, agua, velas.
El Gobierno mexicano sabía de ante mano lo que iba a ser este día, y se adelantó declarando tres días de duelo nacional por el día de muertos en especial por aquellos que habían muerto por COVID 19. Esta medida abarcaba la eliminación total de los famosos desfiles en el centro del DF y el cierre total de panteones. Pero esos días para mí era inevitable no ver a la gente en los supermercados y en la calle, hacer las compras con una alegría, para armar su altar de muertos. Aunque todos estaban resignados a no celebrar como se tiene la costumbre, nadie protestó y cada uno organizo su propio panteón en el centro de sus hogares.
La verdad esos días me di cuenta lo que significaba la muerte para los mexicanos, que aunque fuera con barbijo, alcohol en gel…celebraron con altura. A medida que se acercaba la noche, los colores, las velas, el olor a incienso y los niños disfrazados. Las famosas catrinas hermosamente maquilladas y vestidas.
¨En esta ocasión el Día de Muertos nos convoca a la virtualidad, nos convoca a honrar a nuestros seres queridos a través de una serie de actividades virtuales”, dijo el secretario de Cultura de la Ciudad de México, José Alfonso Suárez del Real, al invitar a la población a publicar fotografías y videos de sus altares en un portal del gobierno de la ciudad. “Es fundamental recuperar y retomar los altares para nuestros muertos, son altares domésticos¨
A pesar de las restricciones, los mexicanos intentaron mantener viva la leyenda al montar en sus casas las ofrendas y los altares, llenos de comida, bebida y dulces, para recibir a “sus muertos”.