Manifestaciones en Tel-Aviv : « La anexión significaría caer en el apartheid»
Por Loic Paul Dugelay, 8:05 Hs. Lectura aprox.: 4 min.Miles de israelíes, árabes y judíos, se reunieron en Tel Aviv para oponerse al proyecto de anexión parcial de la Cisjordania. A tres semanas de la fecha prevista por Benjamín Netanyahu, los manifestantes esperan despertar la opinión pública inspirándose en las manifestaciones antirracistas de Estados Unidos.
El sábado 07 a la noche, había varios miles de personas (no existe conteo oficial en Israel) en la muy simbólica plaza Yitzhak Rabin de Tel Aviv, protestando contra los proyectos de anexión de Benjamín Netanyahu en Cisjordania. El primer ministro israelí se muestra tan evasivo sobre los detalles que decidido en su plan, a menos de un mes de la fecha limite que se propuso.
Los partidos de izquierda del Meretz, la facción comunista de la lista árabe unida Hadas y otros grupos de defensa de los derechos humanos fueron al origen de la agrupación. En principio la policía intentó disuadir a los organizadores con el pretexto de la lucha en contra del coronavirus pero al final, la agrupación fue autorizada. Hasta la policía mostró una indulgencia inusual, dejando los manifestantes enmascarados, de los cuales muchos árabes del norte de Israel, alzar sus banderas palestinas que habitualmente en Tel Aviv no quedan mucho tiempo a la vista. Los editorialistas de derecha se quedaron muy molestos por semejante visibilidad.
« Don’t make apartheid great again »
Sin embargo, más que los tradicionales fetiches de la lucha palestina (keffieh, estandartes), fueron las referencias visuales a los movimientos afroamericanos que predominaron. Levantaron pancartas con eslóganes escritos en ingles « Palestinian Lives Matter », « We Can’t Breathe Since 1948 » (fecha de la creación de Israel), « Don’t make apartheid great again », de We shall overcome cantada en árabe y hebreo y con una rodilla en el suelo. Varios manifestantes habían confeccionado efigies de Iyad Al-Khalak, un joven palestino autista matado por la policía en Jerusalén hace una semana. Un minuto de silencio le fue dedicado, ligando la cuestión de la lucha contra la anexión con la cuestión más amplia de las violencias policiales y militares en Israel y adentro de los territorios palestinos.
« La gente en los cafés alrededor de la plaza nos pedían de qué anexión estábamos hablando o quién era ese hombre en nuestras pancartas » contó Sally Abed del movimiento judío árabe « Arriba juntos », inspirado por las organizaciones « grassroots » estadounidenses y que pretende ser una alternativa a la apatía de los partidos de izquierda israelíes. “La gente no está informada, o no quiere saber, por lo normal que se volvió la ocupación, sigue ella. Hoy, estar en contra de la ocupación, y por extensión de la anexión, es ser un mal israelí. Es absurdo. Porque más allá de ser moralmente inaceptable y de alejarnos cada vez más de una solución, la anexión no tiene ningún interés para los israelíes! Estamos lidiando con una pandemia mundial, atravesando una recesión económica, y el gobierno no tiene algo mejor que hacer que empeorar el tema de la colonización? No tenemos planes para los hospitales pero tenemos planes para la anexión? Es puro delirio, y es lo que queremos que oigan.”
« La anexión es más peligrosa que el Covid-19 »
El diputado Nitzan Horowitz, jefe del Meretz, declaró que el proceso de anexión puede ser parado. « De lo contrario, sería un desastre para el país. Significaría que caemos en el apartheid, que alimentamos un nuevo ciclo de terrorismo y que gastamos millones de shekels extras en el aparato de seguridad. Sobretodo, sería el final del sueño de dos países para dos pueblos. » El también notó la indiferencia del resto del país. « La gente está preocupada por el desempleo, por el coronavirus… Pero la anexión es mucho más peligrosa que el Covid-19, significa una guerra perpetua ! »
En una pantalla en el centro de la plaza, Ayman Odeh, líder de los partidos árabes, arenga la muchedumbre con numerosas paráfrasis de Martin Luther King, diciendo que Israel está « a la cruzada de los caminos […] Una democracia que se aplicaría solamente a los judíos no sería una democracia ! » Mensaje apoyado después por el senador estadounidense Bernie Sanders en otra alocución difundida en vídeo.
En el fondo de la plaza, Chen, 22 años, quien terminó su servicio militar el año pasado, comparte un sentimiento compartido por la mayoría de los jóvenes. « La ocupación, no es genial, es cierto. Pero deja la opción de crear dos estados. Anexar, es cruzar la línea, y vamos a pasar por fascistas a los ojos del resto del mundo. Cómo lo vamos a justificar ?»
« Queda una fibra moral »
Robi Damelin, un septuagenario quien perdió un hijo en un atentado durante la segunda intifada, corrobora esta opinión : « Vengo de África del Sur. Durante mucho tiempo, combatí las comparaciones con el apartheid, porque conocía ambos. Pero ahora, si Netanyahu anexa las colonias judías y el valle del Jordán, estaremos de pleno en el apartheid. Y lo que queda de la fibra moral del sionismo habrá desaparecido por completo. »
Irónicamente, hasta ahora, la oposición más feroz al proyecto de anexión proviene de la derecha, en el bando de los colonos, que Netanyahu trató de «ingratos». Se oponen los Zelotes para quienes es «todo o nada», como lo proclaman sus afiches de propaganda, por más que el proyecto del gobierno podría «aplicar la soberanía israelí » al 30% de la Cisjordania ocupada, dejando el resto a un supuesto Estado palestino parcelado, según los términos de Donald Trump. También están los pragmáticos, satisfechos del cómodo statu quo, que no ven interés en provocar un regreso de nacionalismo palestino por culpa de una medida percibida principalmente como simbólica. « Es como si nos estuvieran forzando en comer una torta con un arma en la sien », resumió David Elhayani, su porta voz.