Manifestaciones en Estados Unidos: Trump responde con más violencia
Por Guadalupe Mierez Bo, 5:54 Hs. Lectura aprox.: 2 min.
A una semana del asesinato del afroamericano George Floyd en manos de Derek Chauvin, un policía blanco, el pueblo norteamericano continúa saliendo a las calles para manifestarse contra la violencia racial, pidiendo un alto a las represiones de las autoridades. Por su parte, el presidente Donald Trump dio una conferencia – en un tono poco pacifista- estableciendo el toque de queda en las principales ciudades y asegurando que, de no detenerse la situación en las calles, la respuesta de la policía y el cuerpo militar sería aún peor.
“Estas no son protestas pacíficas, esto es terrorismo nacional”, esa fue una de las varias declaraciones polémicas que hizo Trump en el día de ayer. En la conferencia de prensa, el presidente de los Estados Unidos dio un discurso en donde se le dio más hincapié a las consecuencias que se generarían si los estadounidenses siguen manifestándose, que a la muerte de George Floyd, del cual solamente dijo que su administración está “comprometida” a que se haga justicia.
También utilizó la ocasión para recomendarle a los gobernadores de los distintos estados que desplieguen a la Guardia Nacional para “tomar las calles”, y así “detener los disturbios, los saqueos, el vandalismo, los asaltos y la destrucción sin sentido de la propiedad”; “Si una ciudad o estado se niega a tomar las medidas necesarias… entonces desplegaré al ejército de los Estados Unidos”, aseguró Trump.
Los gobernadores estatales tampoco se salvaron de esta situación dado que, horas antes de su pronunciamiento, el presidente los criticó duramente y, en un reciente audio filtrado de una conferencia telefónica, se puede escuchar al mandatario diciendo que los manifestantes eran “terroristas” que debían ser “dominados”, y de no tomar un un enfoque “duro” y enviarlos a prisión por largos periodos de tiempo, se verían como “idiotas” ante el público.
Como acto final, además de confirmar la utilización de la Guardia Nacional y las fuerzas militares, estableció un toque de queda nacional; cualquier persona que se encuentre en las calles a partir de las 19 será detenido y enfrentará cargos policiales. Luego del discurso, el mandatario quiso cruzar el campo de La Casa Blanca hasta la Iglesia Episcopal de Saint John, para fotografiarse sosteniendo una Biblia, afirmando: “Vamos a salir muy fuertes de esta”. Para esto, pidió al cuerpo policial correr a los manifestantes y a la prensa presente cerca de Lafayette Square.
Por otra parte, en las principales ciudades, los manifestantes y distintos grupos antifascistas, continuaron saqueando y destruyendo locales de las principales marcas. Nueva York, Los Ángeles y Chicago fueron los principales escenarios de la violencia nocturna. La policía estadounidense continuó desplegando sus fuerzas para reprimir los levantamientos con gas lacrimógeno, e inclusive se divisó un helicóptero intentado dispersar a la multitud en las calles; desde que comenzaron las protestas, más de 4.000 estadounidenses han sido detenidos.
Pese a los conflictos, la represión y las polémicas declaraciones de Trump; el objetivo sigue siendo el mismo, pedir un alto a la violencia y a los crímenes cometidos contra los grupos racializados en manos de las autoridades policiales norteamericanas. Lo que comenzó siendo como una manifestación pacifista, hoy se torna en un escenario más caótico debido a una mala respuesta y gestión de los altos mandatarios de los Estados Unidos.