Uno de los anuncios realizados el pasado miércoles por el flamante ministro de Economía, Sergio Massa, no cayó bien puertas adentro de la Confederación General del Trabajo (CGT). La idea de otorgar aumento fijos a los trabajadores, como paliativo de la situación económica actual, fue rechazada de plano por la conducción de la central obrera, que ratificó el paro anunciado para el próximo 17 de agosto.