Inseguridad, política de Estado
Por Facundo Muñoz, 9:32 Hs. Lectura aprox.: 2 min.
La delincuencia se ha vuelto moneda corriente en el Conurbano bonaerense. A cualquier hora del día, en cualquier momento, ante la vista de las cámaras de seguridad, los ladrones actúan en muchos casos, con la connivencia policial y política.
No sucede desde ahora, no se trata sólo de un color político, el hecho es histórico, la problemática se agrava cada día más, y si no se frena, traerá consecuencias aún más terribles en el país. Los malvivientes saben que entran por una puerta y salen por la otra, tienen todas las de ganar, mientras que los vecinos, temen por salir a tomar el colectivo cuando van hacia el trabajo, facultad, escuela, etc.
“Las leyes están hechas para los delincuentes” dice una señora en la fila del quiosco, “la calle es de ellos” repite otra, y lamentablemente, en cierta parte tienen razón. Hace falta un cambio de leyes de inmediato, que permitan endurecer las penas, y que no sea una “puerta giratoria”. Hace falta decisión política para demostrar que les interesa la seguridad de los vecinos, para demostrar que no están solos ante los delincuentes.
No alcanza con un simple discurso político que asegure que se acabará la delincuencia con el dinero que sea necesario, hace falta gestionar de inmediato un cambio de leyes, cambio de políticas, cambio de encargados en seguridad, gente que sepa sobre el tema, especializada, y no militantes que sólo están en su cargo por llevarse bien con el político de turno.
Hablando con comisarios conocidos de Quilmes, cuentan que tienen “las manos atadas”, no pueden hacer mucho, sin patrulleros, sin personal especializado, y si alguno “se la juega” sabe que puede terminar imputado, ya que si tiran con el arma, deben ser muy cuidadosos, porque al matar a un delincuente, se debe demostrar que no fue exceso en legítima defensa, ni abuso de poder, pero si el ladrón los mata, puede salir de la cárcel en poco tiempo, es una delgada línea peligrosa.
Los encargados de la seguridad y la política deben ponerse los pantalones y encargarse de una vez por todas del problema histórico de la inseguridad. Debe haber un cambio de raíz para cambiar la modalidad que se viene haciendo desde hace años. Todos saben quién robó, todos saben dónde se esconden, sin embargo, muchas veces debe haber presión mediática para que la justicia y el poder político accione. Los políticos necesitan de la inseguridad para hacer promesas de gestión. La inseguridad, política de Estado.