Fangio: el hombre que domó los monstruos de metal
Por Ignacio Dziuba Heit, 11:2 Hs. Lectura aprox.: 2 min.
Un 24 de junio pero 111 años atrás, nacería quien es considerado por muchos el mejor piloto de la historia, Juan Manuel Fangio. Su vida significo un ejemplo para muchos, y logró dejar un legado que a día de hoy sigue vivo, logrando conquistar la máxima categoría del automovilismo, fue como se posiciono como un deportista de elite nacional y mundial.
Algunos lo llamaban “El Chueco” otros “Maestro”, pero todos lo conocemos como Fangio. Aquel hombre que durante la década de 1950, cuando la Formula 1 recién estaba comenzando, logró llevarse consigo cinco campeonatos y como si esto no fuera poco, alcanzó tal hito con cuatro equipos diferentes, siendo estos mismos Ferrari, Maserati, Alfa Romeo y Mercedes. Récord que hoy en día sigue manteniéndose intacto, ya que ni Prost, Vettel, Schumacher ni Hamilton pudieron conquistar sus múltiples títulos con tantos equipos.
Sin embargo siempre se plantea el mismo interrogante ¿Por qué es considerado el mejor si no es quien más campeonatos tiene, ni mejores números y tampoco estuvo mucho tiempo en la máxima categoría? Bueno, en el automovilismo los números no siempre lo son todo, eso es tiene que quedar claro. Pero vamos a darle una oportunidad en este caso, El Chueco mantuvo un record de mundiales durante 46 años, el cual fue batido por Schumacher durante la era dorada de Ferrari.
Pero dejemos los números de lado y centrémonos en lo que realmente importa, el piloto. Fangio corrió en los primeros años de vida de la máxima categoría, años en los cuales casi ni había protecciones, hasta ni siquiera se utilizaban cinturones de seguridad. Sumado a esto los monoplazas eran ataúdes con ruedas, el chasis de aluminio lo hacía extremadamente peligroso, por dar un ejemplo, en el GP de Argentina de 1955 tal fue el calor de ese domingo, que El Maestro sufrió quemaduras de tercer grado.
Ya lo dijo Enzo Ferrari en su momento “Corrió en una época donde el piloto lo era todo”, en mitad de siglo importaba mucho más el corredor que el auto, sumado a los conocimientos de mecánica que tenía, lo hacían un piloto excepcional.
Con solo estas simples palabras ya podría decirse que fue el mejor, pero existió una persona que le dio todavía más veracidad a esto, Ayrton Senna. El piloto brasilero es para muchos el mejor de la historia, hasta disputa el puesto con el argentino, y fue este mismo quien una vez dijo “Es uno de los mejores pilotos de todos los tiempos”. Tal era la admiración que sentía Senna hacía Fangio, que en 1991 luego de ganar el GP de Brasil, El Chueco subió a darle el trofeo y mientras lo abrazaba Ayrton le dijo “Maestro usted tiene que estar aquí, no yo”.
Una vez dicho todo esto ya nos damos una idea de porque es considerado el mejor de la historia, y si bien su paso por la F1 fue brillante, no hay que dejar pasar que ganó dos veces las 12 horas de Sebring y la Carrera Panamericana.
Llámenlo como quieran, Fangio, Chueco o Maestro, nunca va a existir algún apodo o siquiera adjetivo que pueda llegar a describir lo que fue y el legado que dejó. Tal fue su influencia que cada 24 de junio en Argentina, se celebra el día del piloto. Fue de esos pilotos que ya casi ni se ven, y fue sobre todo un caballero dentro y fuera de la pista, si hoy estuviera aquí simplemente habría que decirle, gracias por todo.