Felipe Arce es un joven músico argentino que desde hace años está insertado en la más alta esfera musical de Buenos Aires. Sus primeros pasos se dieron con el bajo eléctrico y la guitarra acústica. Hace ya más de diez años que se enfoca principalmente en la ejecución del contrabajo en distintos géneros musicales, por ejemplo, jazz, blues, funk, bossa nova y música latina.
¿Por qué elegiste tocar un instrumento tan poco convencional como el contrabajo?
Antes de ser contrabajista yo ya venía tocando el bajo eléctrico en distintas agrupaciones. En cierto momento me empecé a interesar en géneros musicales que el rol del bajo lo cumple el contrabajo, como el jazz, el tango y la salsa. Cuanto más fui escuchando estos géneros, más curiosidad empecé a sentir con respecto al contrabajo, a pesar de que todo el mundo me recomendaba no incursionar en él debido a su tamaño y complejidad. A pesar de esto, cuando tenía 17 años un amigo me prestó un contrabajo que tenía sin uso y allí, desde la primera vez que lo toque, supe que era para mi.
¿Qué te propones como músico?
Mi interés está en expresarme en forma honesta, como músico. Busco que todas las músicas que escuché a lo largo de mi vida estén presentes cuando toco. Algo muy importante para mi es ser capaz de transmitir alegría y pasión por lo que uno ama, en mi caso el arte.
¿Cuáles han sido tus influencias musicales, en cualquier género?
Empecé escuchando rock como tantos otros jóvenes que nacieron en la década del 90. A medida que fui creciendo conocí música más acústica como el jazz, el tango y el folklore latinoamericano. La verdad me considero un músico bastante amplio en mis gustos. Por más que actualmente esté enfocado en el jazz y la música latina también soy amante del folk estadounidense y el reggae jamaiquino.
¿Cómo encaras la práctica y el estudio de tus instrumentos?
Todos los días intento dedicarle al menos dos horas al estudio técnico. ¿En qué consiste esto? Básicamente el estudio de las escalas y los arpegios en todas las tonalidades. Creo que para ejecutar cualquier tipo de género musical es necesario tener una excelente base técnica como instrumentista. Aparte de esto, debido a mi gran actividad como músico en distintas agrupaciones, invierto mucho tiempo en practicar el repertorio que tengo que tocar en los shows.
Cómo encaras la ejecución de géneros musicales tan distintos entre sí como jazz y la música latina?
Como dije anteriormente, para mi lo más esencial es que el músico tenga un gran dominio técnico sobre su instrumento. Por eso la práctica es uno de los aspectos más importantes así uno es capaz de llevar al instrumento las ideas que nos pasan por la cabeza. Después hago hincapié en el valor de escuchar mucha música y saber como tiene que sonar el estilo que estamos tocando sea cual fuera.
¿Qué opinas del universo artístico de Buenos Aires?
Tengo la suerte de vivir en esta ciudad donde hay mucha oferta cultural desde el lado del espectador para poder presenciar grandes eventos y también en mi caso poder trabajar en ellos. Estuve en otras ciudades de América Latina y no tengo dudas que Buenos Aires es la capital del continente en términos culturales. Por ejemplo cada vez hay más músicos jóvenes de gran talento provenientes de distintas partes del mundo que vienen a desarrollarse aquí profesionalmente y esto hace que la calidad del ambiente aumente constantemente.
¿Qué le recomendarías a alguien que está dando sus primeros pasos en la música? Mi recomendación es ser muy perseverante. Las frustraciones y los miedos van aparecer siempre y hay que saber convivir con ellos. Después de muchos años de ser músico profesional les aseguro que el único camino es estar constantemente en práctica con el instrumento que uno este tocando y tratar de aprovechar al máximo las oportunidades que se nos presentan. Al final la satisfacción de hacer lo que uno ama siempre va a prevalecer.