El surfista español que pasó 48 horas agonizando tras caer por un acantilado y sobrevivió para contarlo
Por Vanesa Soledad Monges, 10:4 Hs. Lectura aprox.: 2 min.
En 2014 Álvaro Vizcaíno, un surfista español de las Islas Canarias pasó 48 horas luchando por su vida tras caer por un acantilado.
Álvaro, fanático del surf, nunca olvidará aquella mañana que decidió dar un paseo a un extremo de la isla, en Punta Paloma, Fuerteventura. Era un lugar que atravesaba médanos, rodeado de acantilados y terminaba en una reserva natural perfecta para este deporte.
Buscaba acceder a la playa cuando resbaló por unas tunas y quedó colgado de un acantilado durante horas. Pensó que iba a morir en aquel lugar, en el mismo cerro que solía frecuentar para surfear.
“Lo mas duro es darse cuenta de que has sido un imprudente, un pedazo de idiota y que te vas a morir” rebeló Álvaro. Cuánto más intentaba subir, más sentía como la arena corría entre sus manos, describe aquel hecho como una película de Indiana Jones, sin posibilidad de avanzar, ni demasiadas fuerzas para sujetarse. Y luego de analizar las posibilidades decidió tirarse.
“Sabía que no podía subir y que iba a caer tarde o temprano. La única decisión que podía tomar era cuándo podía ocurrir”.
Sus años de experiencia surfeando le enseñaron a conocer el mar y su oleaje. La caída era de unos 15 metros, lo difícil era afrontar que en el fondo habría piedras y su mejor ventaja era caer cuando el agua las tocara. Se concentró para escuchar al mar y sabiendo que las olas se mueven en series se dejó caer a la primera que escuchó con claridad. En el momento que abrió los ojos agradeció estar vivo, pero su lucha no terminó allí.
“Llegó un momento en el que preferí ahogarme, estaba tan al límite que la solución era casi mejor que seguir pasando eso”, recuerda.
Luego de darse cuenta de que nadie vendría por él, decidió nadar con un profundo dolor, con una gran herida en la mano y sin saber que tenía la cadera rota en tres partes, llegó a una costa inhóspita donde se arrastró por horas hasta que visualizó una embarcación. Decidido, se lanzó al mar nuevamente y nadó unos dos kilómetros hasta finalmente ser rescatado.
Su recuperación física llevó cerca de medio año, pero hasta el día de hoy, a sus 44 años, aún lo acompaña su pasión por surfear y se ha convertido en la inspiración de muchos.
En 2018 llegó la película Solo, dirigida por Hugo Stuven Casasnovas y protagonizada por Alain Hernández, Netflix contó su historia de una forma que cautivó a millones de personas del otro lado de la pantalla.