Derrumbe en Miami: 9 argentinos siguen desaparecidos
Por Candela Nazeli Cancino, 1:27 Hs. Lectura aprox.: 2 min.El edificio de 12 plantas estaba ubicado en las calles 88 y Collins Avenue, en Surfside, y era parte de un complejo Champlain Towers (uno de los edificios más cotizados de la ciudad de Miami). Siguen en la búsqueda de 29 latinoamericanos desaparecidos: entre ellos 9 argentinos.
El derrumbe y la tragedia que hasta ahora se ha cobrado la vida de al menos 11 personas, tiene en vilo a muchas familias que buscan a los residentes desaparecidos entre los escombros. Los seres queridos de las victimas exigen respuestas y colgaron carteles identificatorios en las rejas fuera del derrumbe.
Aun no se ha descubierto la causa del incidente, los rescatistas e ingenieros declaran que descubrirlo puede llevar mucho tiempo. Se le informo a la alcaldesa de Miami, Daniella Levine Cava, de la existencia de un informe de denuncia por agrietamientos en el edificio del 2018. Ella declaro: “Vamos a llegar al fondo de lo que sucedió. En la medida en que necesitemos cambiar las leyes, lo haremos para asegurarnos de que estas cosas no sucedan en el futuro". Los dirigentes de Miami y rescatistas afirmaron que no descansaran hasta encontrar a todas las víctimas.
Los sobrevivientes han contado sus experiencias y todas tienen en común el temblor a altas horas de la noche, tanto ellos como los testimonios de las víctimas de las otras dos torres. Entre estos testimonios esta el del actor Nicolas Vazquez y su novia. “Vivimos un momento muy fuerte con Gime -comienza su relato, realizado de manera descarnada-. Veníamos de cenar, estacioné el auto como siempre en la cochera, escuchamos un ruido muy muy fuerte, pero no llegamos a entender qué pasaba. Y en diferencia de 6, 7 segundos que subimos al ascensor, se movió el ascensor, parando en el lobby como siempre, y arrancó una polvareda muy fuerte, un estruendo muy fuerte como si fuera…no entendíamos qué pasaba. Si era un tornado, un ataque, lo más parecido a lo que es una película”.
“Empezamos a correr, junto con tres o cuatro personas más, no éramos muchos, que estaban desbordados por los nervios, obviamente. Y ahí recién entendimos que se había caído parte de lo que era el estacionamiento: muchos autos hundidos, alarmas sonando. Gime me hace caer la cuenta de lo cerca que habíamos estado de no contarla. Y pasan entre dos o tres minutos más de no entender bien, en un estado de shock que estábamos viviendo, y ahí le digo a la gente, porque estaba muy nerviosa, y a Gimena, principalmente, que cruzáramos. Ahí se escucha un estruendo imposible de relatar: no lo habíamos escuchado nunca en nuestras vidas, era como en las películas, como si fuera una especie de terremoto, de ataque, de… no sé. Lo que ven en las imágenes”.