Conmemoración y conciencia: a 77 años del bombardeo a Nagasaki
Por Camila Grah Rossi, 1:35 Hs. Lectura aprox.: 2 min.
El 9 de agosto de 1945, Nagasaki se convirtió en un infierno que dejó 74.000 muertos al recibir el impacto de una bomba atómica tres días después del ataque a Hiroshima.
Como cada año desde la tragedia, Las campanas suenan y palomas blancas se liberan durante la ceremonia en el Parque de la Paz de Nagasaki, donde el agua purificada representa un ritual en honor a aquellos civiles que murieron en el instante o a pronta consecuencia en forma de quemaduras, cánceres, entre otros muchos padecimientos crueles y dolorosos.
Los sobrevivientes del bombardeo, junto con el primer ministro Fumio Kishida y representantes de decenas de países, asistieron a la ceremonia anual que promete el recuerdo de las víctimas, esperando ser el primer y último ejemplo de la catástrofe atómica.
Parte del ritual realizado en el día de la fecha, se colocó un registro con los nombres de 192.310 víctimas dentro de un memorial, incluyendo los de 3.160 personas que se agregaron el año pasado. Cientos de personas fueron convocadas para una oración en silencio a las 11:02 am (23:02 GMT), hora en que se lanzó la bomba sobre la ciudad portuaria.
Por su parte, el alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, también aprovechó la ocasión para expresar su preocupación por la invasión rusa de Ucrania y el peligro de que esto desencadene un nuevo ataque nuclear. “En enero de este año, los líderes de Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China emitieron una declaración conjunta en la que afirman que 'una guerra nuclear no se puede ganar y nunca se debe librar'”, recordó y agregó: "Pero un mes después, Rusia invadió Ucrania. Se amenazó con el uso de armas nucleares, lo que provocó escalofríos en todo el mundo".
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también concientizó del peligro de un desastre nuclear al recordar este sábado el aniversario del ataque a Hiroshima, que dejó cerca de 140.000 muertos.
Advirtió que "la humanidad juega con pistola cargada" ante la proliferación de crisis con potencial para provocar un desastre nuclear.
Dos bombas que pusieron fin a la guerra y a la vida
El 9 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó la bomba atómica “Fat Man” sobre la ciudad japonesa de Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial, siendo el segundo uso de este tipo de armas, inaudito en guerras hasta la fecha.
Tres días antes, 70.000 personas habían muerto tras el lanzamiento del “Little Boy”, el apodo que se le dio a la primera bomba atómica, lanzada sobre Hiroshima. Esta vez en Nagasaki, 40.000 personas murieron instantáneamente y unas 30.000 en los años siguientes por lesiones e impactos de radiación.
El 15 de agosto de ese año, seis días después del ataque a Nagasaki, el emperador Hirohito anunció en una transmisión radial la rendición de su país. El acuerdo formal se firmó el 2 de septiembre a bordo del acorazado estadounidense Missouri, anclado en la bahía de Tokio.
Ese fue el final de la Segunda Guerra Mundial, el conflicto militar más mortífero en la historia de la humanidad, responsable de la muerte de unos 50 millones de personas en todo el mundo.