Arquero por un día
Por Luciano Loureiro, 9:49 Hs. Lectura aprox.: 2 min.
La tarea del arquero es una de las más difíciles dentro del campo de juego. Al arquero se le exige mucho. Tiene margen de error, cero. Y cada error termina en gol del contrario. Aún más difícil le será al volante Enzo Pérez, que deberá defender el arco más grande, el miércoles 19 de mayo frente a Independiente de Santa Fe por la quinta fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores ya que la Conmebol fallo en contra de River y no podrá incluir más jugadores a la lista de buena fe.
Teniendo en cuenta que todos los arqueros inscriptos se encuentran infectados con Covid-19, el mendocino fue probado y hasta el momento es quien saldría a la cancha con los guantes puestos. Un obstáculo inesperado que se le presenta a los dirigidos por Gallardo. Una batalla más que tendrá Napoleón por delante, quizás la más adversa por el contexto y hasta la más heroica teniendo en cuenta que se juega sin arquero. Una hazaña más, un partido histórico, que quedará en los libros, como aquella imagen de Demichelis con el buzo puesto, contra Racing el 28 de abril de 2002, en donde el defensor tuvo que ponerse los guantes ante la expulsión de Comizzo. Luego vino la corrida de Cuevas, el gol frente a Campagnuolo, el delirio total de todo el Monumental y el recuerdo eterno de ese relato de Costa Febre de todos los riverplatenses.
En este caso, el experimentado mediocampista ira desde el arranque y será el segundo caso en la historia del club. Porque casos de futbolistas que por una emergencia del partido hayan ido al arco existen muchos, pero desde el arranque hay un solo antecedente en toda la historia, Julio José Abaca, que se desempeñaba originalmente como delantero, en 1909 fue desde el arranque al arco en un amistoso contra Porteño y, lejos de hacerlo mal, recibió tan solo un gol y su equipo terminó victorioso con una goleada 5-1.
Así, como Julio, de la noche a la mañana, Enzo Nicolás, deberá ponerse los guantes del gran Amadeo, tener la firmeza del Pato Filliol, trasmitir la tranquilidad de Trapito Barovero, estar en todas las jugadas como el Pulpo Armani y tener los huevos de oro como el pibe Díaz, que piso fuerte en la Bombonera, con tan solo 21 años y sin partidos previos.
Al jugador, salir a la cancha con los huevos del Beto Alonso y al hincha, creer y apoyar, que como dijo el Muñeco, este equipo los representa a todos.
Arquero por un día, o eso esperamos todos, tendrá que ser Enzo Pérez.