Argelia : una militante, símbolo de la contestación anti régimen, condenada a un año de prisión
Por Loic Paul Dugelay, 7:35 Hs. Lectura aprox.: 3 min.Amira Bouraoui, reconocida culpable de seis cargos, de los cuales « ofensa al islam », fue encarcelada inmediatamente. Su abogado apelará.
En Argelia, un clima de represión está creciendo para impedir el regreso del Hirak, movimiento de contestación anti régimen. El domingo 21, la justicia condenó a un año de prisión incondicional a la militante Amira Bouraoui, famosa opositora al régimen del presidente caído Abdelaziz Bouteflika.
« La condena no está justificada, el informe está vacío. Vamos a apelar”, declaró a la Agencia France-Presse (AFP) el doctor Mustafá Bouchachi, su abogado. El ministerio público había solicitado una pena de prisión incondicional de dieciocho meses en contra de la popular militante del Hirak, movimiento que llevó Abdelaziz Bouteflika a renunciar en abril 2019.
La señora Bouraoui, ginecóloga de 44 años, madre de dos niños de 12 y 16 años, fue encarcelada en el acto. Había sido interpelada en su domicilio el miércoles a la noche y puesta en detención preventiva. La militante fue reconocido culpable de seis cargos de los cuales “ofensa al islam”, “ofensa” al presidente de la república Abdelmadjid Tebboune e « incitación a violar el confinamiento, poniendo directamente la vida del prójimo o su integridad física en peligro » durante la crisis sanitaria.
La opositora fue acusada también por « publicaciones de informaciones falsas o calumniosas susceptibles de perjudicar la seguridad y el orden público » y por « publicaciones [en las redes sociales] que pueden afectar la unidad nacional ».
Adopción de un nuevo código penal
“Este tipo de procedimiento judicial que perdura desde hace varios meses no puede calmar los espíritus. A nivel político, no es la mejor manera de abrirse a la sociedad, a los militantes y a la revolución pacífica”, deploró el doctor Bouchachi.
Ex-militante del movimiento Barakat (Basta!), Amira Bouraoui se hizo conocer en el 2014 cuando personificó la oposición a la reelección a un cuarto mandato del presidente Bouteflika .
Estos últimos días, la justicia multiplicó los procedimientos judiciales y las condenas de militantes del Hirak, de opositores políticos, de periodistas o bloggers. El poder busca obstaculizar el regreso de la contestación en el momento en que empieza el fin del confinamiento. La mayoría de los procedimientos se apoyan en un nuevo código penal adoptado de prisa el 22 de abril en plena crisis sanitaria debida al Covid-19.
Esta ola de represión conduce algunos críticos del poder a decir que la situación de los derechos humanos en Argelia es peor en la actualidad que bajo el “reinado” del expresidente Bouteflika, en particular con lo que concierne la libertad de prensa.
Manifestaciones y arrestos
Desde el 7 de junio, el país conoce una flexibilización de las restricciones impuestas para frenar la propagación del nuevo coronavirus. Aunque cualquier forma de agrupamiento sigue estrictamente prohibido desde mediados de marzo, el viernes pasado, centenas de argelinos de las provincias retomaron las manifestaciones, especialmente en Cabilia (noroeste), según fuentes locales.
Durante estas manifestaciones prohibidas, alrededor de quinientas personas fueron arrestadas en todo el país antes de que la mayoría de ellas fuera liberada, según Saïd Salhi, el vice-presidente de la liga argelina de los derechos humanos (LADDH). Dentro de la centena de manifestantes llevados en detención preventiva el viernes, veinte tuvieron un orden de comparecencia. Los otros fueron condenados directamente a penas de prisión, incondicional o condicional, recibieron multas, o quedaron liberados en la espera de sus juicios.
Previamente a la ola de detenciones del viernes, el Comité Nacional por la Liberación de los Detenidos (CNLD) había censado sesenta personas encarceladas vinculadas con el Hirak.