A 13 años del último concierto de los Piojos: se acabó el ritual
Por Matias Ezequiel Sueldo, 1:41 Hs. Lectura aprox.: 2 min.
Lo que parecía ser uno de otros tantos conciertos de la amada banda argentina, terminaría siendo su llegada a la meta final de una carrera llena de logros y victorias.
La banda de Los Piojos dió el 30 de mayo del 2009 su último concierto en el estadio Monumental de River Plate. Las razones son varias, pero se debe principalmente a la renuncia de su fundador Pity Fernández.
La banda que supo enamorar al público rockero con canciones míticas como “Farolito” o “Canción de cuna” había anunciado a través de su página web un “parate indefinido”. Esto trajo tristeza y angustia en sus fans los cuales sabían, aunque no lo confirmaran, que ese paro era definitivo.
El concierto arrancaría ese sábado a las 22:00 . Tocarían mas de 30 temas donde no se encontró algún momento en donde el público bajara su adrenalina a la hora de saltar, cantar o hacer “pogos”.
Pero el momento más emotivo de la noche llegaría a la mitad del ritual. Alejandro Dellaosa, fanático con mas de 99 conciertos en su espalda, subió al escenario a leer una carta:
"Recién me entero por la radio del parate indefinido de Los Piojos. No me sorprende, son muchos años arriba de un escenario. Todos pensamos tomarnos algún día de respiro del laburo, de esta rueda que no para de girar. Justamente es mi recital número 100 de la banda. Número 100. (...) Fueron en mi caso 15 años siguiéndolos. Conocí pueblos, lugares y gente. Me hice muchos amigos en la ruta, de los cuales algunos ya treparon al cielo, y otros son mi razón para volver a estos lugares mágicos y recordar los asaditos, los 'fulbitos', la previa de todos los rituales. Gracias por ser el motor que me hizo conocer y recibir tanto cariño por parte de la gente, de amigos, de todos los pueblos que nos recibieron con lo brazos bien abiertos. Ojalá que algún día podamos ver mi recital número 101, con todos ustedes de vuelta. Y si no se da, estoy feliz por ser parte de esta historia, como toda esta gente”.
Este discurso en cierta forma era la confirmación de que la banda no volvería a tocar junta otra vez, por lo cual el resto del concierto se vivió como lo que era: el final de un ritual. Un ritual, como los fanáticos definen a los recitales de Los Piojos, que había hecho sentir a muchas personas por primera vez la energía que tiene el rock, combinada con la pasión y el sentimiento que los argentinos tenemos como idiosincrasia. Era el fin de una etapa que ojalá podamos volver a vivir un día.
Esta nota fue escrita por Liz Baez y Matías Sueldo